El presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, compró un apartamento en Bogotá a importante empresario del sector petrolero.
Cuatro meses antes de llegar a la presidencia de Ecopetrol, Ricardo Roa, compró un apartamento ubicado en el norte de Bogotá por un costo de $1.800 millones. Así lo reveló la unidad investigativa del periódico El Tiempo.
Según el periódico, este lujosos apartamento cuenta con alrededor de 300 metros cuadrados, tres terrazas, balcones, cuatro habitaciones con baños privados, seis garajes, entre otras características.
Esta compra podría representar un posible conflicto de interés para el actual presidente de Ecopetrol, ya que pertenecía a un reconocido empresario del sector de hidrocarburos que hoy tiene una importante participación en un contrato en el que ha mostrado interés la petrolera colombiana.
El inmueble en cuestión fue comprado a Princeton International Holdings LTD, empresa que fue constituida en las Islas Vírgenes Británicas y que cuenta con una filial en Colombia a cargo de Serafino Iacono, empresario venezolano que ocupó altos cargos en Pacific Rubiales y Gran Colombia Gold.
Según El Tiempo, actualmente Iacono figura como CEO de NG Energy International Corp, empresa que busca crecer en el negocio de gas natural en Colombia.
El posible conflicto de interés que enfrenta el presidente de Ecopetrol
La polémica se da porque Hocol, filial del Grupo Ecopetrol, ha mostrado interés en el bloque de gas SN-9 (Sinú 9), ubicado en el departamento de Córdoba y donde Iacono tiene una participación del 72 %, a través de su empresa NG Energy International Corp.
En 2022 se anunció el descubrimiento de gas en dos pozos en el bloque Sinú 9, de allí su relevancia.
Sobre dicho bloque, Hocol tiene firmado un acuerdo de confidencialidad, evaluando posibles negocios. Allí podría presentarse el conflicto de interés de Roa.
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Frente a este panorama, en entrevista con El Tiempo, el presidente de Ecopetrol afirmó que no sabia que el apartamento que adquirió pertenecía a Iacono.
«En la escritura que tengo, en el registro de títulos que se hizo del apartamento no existe o aparece el representante legal. Yo negocié con el apoderado de la empresa. Recuerdo que se llama Laureano Jan. Es más, una señora era la representante legal de la sociedad y eso hace parte de la escritura. Por ningún lado tengo ni tuve conocimiento de que este señor esté involucrado con la compañía que fue propietaria del apartamento que adquirí”, explicó Roa.
La publicación realizada por el periódico también señala que en la fecha del acuerdo Roa no pudo intervenir porque no había asumido la presidencia de la compañía, y además no es el representante legal de Hocol, por lo que no tiene facultades para hacer lo propio.
