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La presidente del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), Astrid Martínez, reveló que, desde que existe el organismo técnico, es la primera vez que sus miembros no logran llegar a un acuerdo con el Gobierno respecto a si la caída en el recaudo tributario se debe o no a una tendencia transitoria.
“El Confis decidió que sí se puede hablar de transacciones de única vez en unos casos sobre los que nosotros dimos concepto negativo y es la primera vez que sucede desde que existe el CARF. Es una discusión técnica porque en los términos en que lo aprobó en Confis se estaría cumpliendo la Regla Fiscal”, le dijo a Valora Analitik en entrevista.
El ministro de Hacienda, Diego Guevara, explicó el viernes durante la presentación del Plan Financiero que el Consejo Superior de Política Fiscal (Confis) aprobó un monto de $31,9 billones (1,9 % del PIB) en transacciones de única vez por la caída del recaudo de impuestos, la deducibilidad de las regalías del carbón, la emergencia invernal y el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) de 2023.
Esta aprobación resultó clave para que el Gobierno Petro pudiera asegurar que sí cumplió la Regla Fiscal.
Sin embargo, al interior del CARF se dio una discusión técnica y los expertos discreparon de la resolución del Confis tras deliberar con total independencia, según conto Martínez, quien reiteró que en últimas el Gobierno tiene la responsabilidad sobre esas decisiones de política pública y responderá por ellas ante el Congreso.
Las transacciones de única vez son un concepto fiscal ampliamente utilizado en el mundo para referirse a las medidas que tienen efectos transitorios en las finanzas públicas, pero no implican cambios sostenidos o predecibles que afecten la sostenibilidad.
Para la vocera, la clave para identificarlas está en que estas aumentan o disminuyen de forma transitoria, no deben conducir a cambios sostenidos en las finanzas públicas en el mediano plazo, no incluye enajenación de activos ni privatizaciones y no pueden ser consecuencia de una decisión del Gobierno (excepto en caso de desastre).
Dado que las transacciones de única vez se van a descontar del balance primario neto estructural, de acuerdo con la explicación de Martínez, su selección es crucial para resolver la duda de si el Gobierno gastó mucho más de lo que recibió o no.
¿Quién define al final y bajo qué criterios?
La Comisión Europea definió en 2015 cinco principios para guiar a los gobiernos en la identificación de las transacciones de única vez (básicamente que su impacto sea no recurrente luego de dos años), pero en Colombia, no ha sido posible llegar a un consenso entre el Gobierno y los expertos externos.
La última palabra la tiene el Confis, conformado por el MinHacienda, el DNP y el consejero económico de la Presidencia de la República, pues, el concepto técnico del CARF es no vinculante, es decir, su posición termina siendo una opinión.
El organismo dará su concepto definitivo respecto al cumplimiento de la Regla Fiscal en junio, cuando el Gobierno presente su informe al Congreso, “de acuerdo con cómo está establecido en los procesos del CARF en su relación con el Gobierno y el Legislativo”, contó Martínez.
Por ahora el CARF tiene cálculos que indican que en 2024 el Gobierno habría superado considerablemente la meta de déficit fiscal establecida en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) por cuenta de menores ingresos tributarios y un mayor gasto primario.
Al final, según la literatura técnica, el balance estructural debe ajustarse a componentes cíclicos porque estos pueden distorsionar la vigilancia de ingresos y gastos estructurales. También se recomienda esta práctica para evitar que los Gobiernos recurran a trucos fiscales que los lleven a mejorar su posición.
Martínez concluyo que es importante hacer un seguimiento a la evolución del balance primario y fiscal, y reconoció que la Regla Fiscal no del todo es estricta: “tiene varios elementos de flexibilidad, contrario a lo que se dice, que tienen en cuenta hechos económicos y circunstancias especiales definidas por ley, no es algo que hacemos arbitrariamente”.
De hecho, su cumplimiento se evalúa a partir de tres elementos, de acuerdo con la vocera: el ciclo económico, el ciclo petrolero y las transacciones de única vez, los cuales le apuntan a reconocer situaciones no previstas que no van a modificar las finanzas públicas en el mediano plazo.
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