Actualmente, Venezuela atraviesa una profunda crisis económica y el sector inmobiliario no escapa de esta. En los últimos años la economía del país se ha visto empañada por un ciclo negativo que pasó de la depresión económica al colapso macroeconómico, resalta un informe anual de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela (CIV).
Carlos González, presidente de la CIV, aseguró que durante los últimos años los precios en el sector descendieron 60%, debido a la situación económica que confronta el país.
González señaló que en el país no se han realizado compra de inmuebles con petro (la criptomoneda lanzada por el Gobierno de Nicolas Maduro), porque no genera confianza entre los ciudadanos.
De acuerdo con cifras publicadas por la Cámara Inmobiliaria de Carabobo, en la Venezuela de 2017 se requerían 890 salarios mínimos para poder adquirir una vivienda “popular”. Según investigaciones y análisis regionales, Venezuela se ubica por debajo de Haití en cuanto a la correlación entre el salario y la capacidad de compra de una vivienda convencional. En Haití se necesitan en promedio 392 salarios mínimos para adquirir un inmueble
“El mercado inmobiliario no escapa de todas las vicisitudes que nuestra economía está experimentando. El sector primario, que son las viviendas nuevas, está prácticamente detenido. Diría que desde 2015 el sector privado dejó de construir viviendas. Una de las causas es que no hay financiamiento. Esto, fundamentalmente, porque los precios a los que podemos vender esas viviendas que nos financian están detenidos en el tiempo desde hace 4 años. Con la inflación de los últimos 3 años y la diferenciación de hace 4 o 5 meses simplemente es inviable que el sector privado construya viviendas. Las poquitas cosas que tú ves por ahí construyéndose son esfuerzos particulares de algún promotor que con su propio capital desarrolla algunas viviendas”, afirma el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela (CIV).
Según las cifras manejadas por la CIV, en todo Venezuela se están construyendo alrededor de 500 unidades de vivienda y el déficit habitacional total ronda el millón y medio de hogares.