Son varios los factores que van a determinar parte del comportamiento del euro, moneda más importante de Europa, durante el ejercicio de 2022.
En un primer momento, vale mencionar que esa divisa, como el grueso de economías (incluyendo a las más fuertes del mundo), se ve expuesta a fenómenos de devaluación cuando se le compara con monedas de, por ejemplo, mercados emergentes.
Haciendo esta salvedad, el euro se ve presionado, de cara a 2022, a tres fenómenos principales: el impacto de la pandemia del Covid-19, el comportamiento de la inflación y los sucesos geopolíticos como el visto entre Ucrania y Rusia.
Justamente en este 2022 el euro cumple dos décadas de funcionamiento, moneda que nació para unificar parte de las finanzas de la Unión Europea y crear una potencia económica.
Pues bien, para celebrar sus 20 años, el euro llegó a 2022 con una devaluación cercana al 7,8 % cuando se le compara con el precio del dólar estadounidense.
El impacto de la pandemia
Lo anterior por un 2021 que estuvo marcado por los cierres de la economía a cuenta de los altos casos de contagio y la resistencia de cierta parte de la población para cumplir con el esquema de vacunación contra Covid-19.
Las cuarentenas, mientras el grueso del mundo seguía abriéndose, espantó a los inversionistas, llevándoles a aterrizar en mercados asiáticos y americanos.
Para 2022, y como ya lo advirtió el Banco Central Europeo, las perspectivas parecen ser mejores, con una moneda más fortalecida a causa esto último de que la Zona Euro ya pasó lo que se considera una de las olas de Covid-19 más complejas.
Varios estudios para Europa exponen que, luego de la variante ómicron, la pandemia pasaría a una fase endémica, lo que volvería a motivar a los inversionistas en la región.
Ojo a la inflación
Una vez esbozado este escenario, en el horizonte queda la preocupación por lo que pueda pasar con el comportamiento de la inflación. La Zona Euro alcanzó recientemente el récord histórico del 5 %, un dato que preocupa a los gobiernos nacionales.
Lo anterior, supone el hecho de un endurecimiento de la política monetaria a manos del Banco Central, situación que podría poner de nuevo en vilo la llegada de inversión y detonaría en un eventual riesgo de devaluación.
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Sin embargo, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, dijo que desde la institución se hará todo lo posible para mantener un control de precios, esto luego de que se decidiera mantener intactas las tasas de interés.
A ojos de la funcionaria el panorama genera tranquilidad, pues se está esperando que la inflación baje a cierre de 2022.
Tensiones militares
Finalmente, un tercer factor que apunta a ser determinante para controlar la devaluación es el correspondiente al panorama geopolítico de la zona.
Con elecciones saldadas en Alemania y Portugal, la mirada, de momento, está puesta en la Europa del este, más exactamente en Ucrania y Rusia.
La posible intención de Rusia de invadir Ucrania, y la intervención de Estados Unidos y China en el conflicto, supone el riesgo generalizado de ver afectaciones a la economía europea, con especial énfasis en problemas de suministro de gas a manos de Rusia.
De momento, el amago de enfrentamiento militar entre Ucrania y Rusia se ha disipado por un llamado generalizado al diálogo entre los gobiernos en conflicto.
Varios analistas, incluidos los organismos multilaterales, han pedido tomar con mesura el desentendido para evitar consecuencias complejas para la economía de la región.