A pesar de tener precios más bajos que el de soya y girasol, el aceite de palma ha crecido en valor en el último año, como consecuencia del alza inflacionaria que se ha experimentado en Colombia y el mundo.
Si bien este sector del agro colombiano tendería a estabilizar sus precios, un informe de la Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia sugiere que su rentabilidad continuará siendo atractiva por varios factores globales.
“Con el fuerte aumento de precios internacionales, y su transmisión al consumidor, las empresas de aceites comestibles han migrado a una mayor compra de aceite de palma local para sus mezclas”, resalta la investigación.
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“El impacto es muy positivo para los palmeros debido a un mayor precio promedio del Fondo de Estabilización de Precios y menores cesiones para compensar las ventas al exterior”, agregó.
Si bien los precios internacionales de aceites están a la baja, se mantienen por encima de niveles prepandemia. De hecho, en respuesta al crecimiento en precios, algunos países incrementaron las áreas de cultivos para la temporada 2022-2023, con lo cual se espera que la oferta mundial de aceites se incremente un 7 %.
Así las cosas, dice Bancolombia, los precios internacionales deberían retroceder en 2023, pero los analistas, en promedio, esperan que estén alrededor del 30 %-40 % por encima de 2020.
¿Qué mantendría el dinamismo del sector?
Hay varios factores que este año serán determinantes para que el aceite de palma continúe con una demanda alta y, por tanto, unos precios que favorezcan a los productores.
En primer lugar, se habla de la correlación existente entre los precios del petróleo y el sector. Si bien no se puede determinar su precio aún, el aceite de palma no caería por debajo del precio de la referencia Brent.
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“Mientras la situación geopolítica mantenga los precios del petróleo elevados la probabilidad de un desplome en los precios del aceite de palma es baja, por ahora”, expone la investigación.
De otro lado, el dólar seguirá siendo un factor esencial para el sector de aceite de palma en Colombia. Esto, pues el precio local de este producto se forma en función del precio internacional y la tasa de cambio.
Así, para Bancolombia, con las proyecciones actuales de una TRM sostenida en niveles altos es de esperarse que los precios en el mercado local para el aceite y el fruto de palma se mantengan elevados, al menos en 2023.
Los combustibles renovables de aviación (SAF) podrían cambiar el panorama del mercado mundial de aceites vegetales. Por las recientes pruebas exitosas en este tipo de combustibles, el gobierno de Estados Unidos (EE. UU.) estableció un plan a 2050 para reemplazar totalmente el uso de combustibles fósiles de aviación por combustibles renovables.
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“Así las cosas, el aceite de soya se alza como materia prima clave en ese país para su elaboración, y esto plantea la necesidad para EE. UU. de aumentar significativamente las áreas sembradas, o buscar la materia prima faltante en el mercado global”, se lee en el informe.
Y en consecuencia, Colombia se proyecta en la región como el más probable proveedor de combustibles renovables, al ser el principal productor de aceite de palma de Latinoamérica.
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