
Desde el pasado 13 de diciembre de 2024 entró en vigor el nuevo modelo del Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF), más conocido como 4×1000, que elimina el requisito de marcar una cuenta bancaria como exenta de este impuesto.
En contraste, lo que se busca es unificar todas las transacciones que realicen los usuarios, sin importar las cuentas o canales que se utilicen, con un techo de $16,4 millones antes de comenzar a cobrar este tributo.
Sin embargo, su implementación se ha visto retrasada por cuenta de dificultades tecnológicas de algunos de los actores del sistema financiero, según explicó el superintendente financiero, César Ferrari.
Problemas tecnológicos afectan cambios al 4×1000
De acuerdo con Ferrari, con los ajustes a este tributo, “lo que se pensaba hacer es que las diferentes entidades financieras de todo tipo, incluyendo las cooperativas, pudieran de alguna manera sumar los 4×1000”.
A pesar de esto, Ferrari lamentó que “no ha habido un avance tecnológico aún como para lograr que los bancos puedan hacer esa operación, pero al mismo tiempo las cooperativas. Ahí está enredado el asunto”.

De acuerdo con el superfinanciero, todavía no se ha logrado el mecanismo tecnológico que permita sumar las cuentas, sumar los pagos que se hicieron y hasta cierto límite descontarlo. Independiente de dónde lo estás pagando”.
En particular, sobre las cooperativas, Ferrari indicó que “las cooperativas no han podido resolver el asunto, son 1.500 cooperativas o tal vez mucho más, que es muy difícil ponerlas de acuerdo”.
En el caso de las entidades bancarias, el funcionario reconoció que “yo entiendo que los bancos sí lograron establecer una plataforma para poder hacer ese descuento, pero no las cooperativas y el asunto es que todo el sistema financiero participa”.