Los concesionarios de carros desmintieron al gobierno de Gustavo Petro, por cuenta del fin de un acuerdo del país con Brasil para importar vehículos sin aranceles.
Esto se dio luego de que el ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes, afirmara que la medida pretende darle un impulso a la industria nacional.
En palabras del funcionario, la decisión también pretende fomentar las exportaciones locales y «no representa un regreso a políticas proteccionistas del pasado».
¿Por qué los concesionarios de carros desmintieron al gobierno Petro?
No obstante, los concesionarios de carros desmintieron al gobierno Petro, argumentando que la idea de Reyes es casi imposible de alcanzar.
A través de su gremio, Aconauto, se mostraron sorprendidos ante las declaraciones del ministro Reyes, en el sentido de que la medida de dar por terminado el acuerdo con Brasil se toma con el objetivo de proteger la industria automotriz local y convertirla en exportadora.
En su concepto, que para que esto ocurra, se requiere una gran inversión por parte de multinacionales automotrices para que establezcan en el país decenas de plantas de fabricación.
“Por el contrario, el país ya probó el proteccionismo como política económica de estado al implementar durante los años 80 el modelo cepalino de sustitución de importaciones y con resultados nefastos”, dijo Pedro Nel Quijano, presidente de la Asociación Gremial de Concesionarios de Automotores (Aconauto).
Y añadió que lo anterior generó un incremento astronómico de los precios, atraso tecnológico y concentración del mercado automotor en muy pocas manos”.
La propuesta de Aconauto
De otro lado, la agremiación planteó que si el gobierno quiere apoyar la industria, lo debe hacer por medio de la promoción de la confianza inversionista.
Esto, por medio de “la eliminación de mensajes sectarios, cismáticos y polarizadores como aquellos de promover una Constituyente o de declarar al sector privado como enemigo del Ejecutivo”.
Unido a lo anterior, Aconauto insistió en la necesidad de incentivos tributarios como la eliminación del impuesto al consumo y la reducción del IVA, sumado a una política de renovación del parque mediante el subsidio tanto a la oferta como a la demanda.
“El resultado medidas de este tipo es que aumentan las ventas de vehículos nuevos y, a mayor recaudo de ingresos fiscales, se concretan más puestos de trabajo”, dijo el gremio de concesionarios.
Y cerró afirmando: “Una positiva consecuencia adicional es que al bajar los precios por vía impuestos se promueve y motiva la modernización del parque automotor, con la consecuente reducción en las emisiones y la accidentalidad”.