Recientemente, la calificadora de riesgo, Fitch Ratings, aseguró que el gas natural será el energético que respalde la transición energética de Colombia y, en un análisis, Wood Mackenzie habló de la decisión del país de detener nuevas exploraciones y la incertidumbre que nació para la seguridad energética de largo plazo.
Según Fitch, “hallazgos considerables en el extranjero y la preferencia mundial por el gas natural impulsarán la economía de Colombia y la industria de los hidrocarburos a largo plazo. En el corto plazo, el país seguirá dependiendo del crudo para satisfacer sus necesidades energéticas, especialmente para el transporte, y para mantener el crecimiento económico, el gasto público y la entrada de divisas”.
Pero ¿estas previsiones irían en contra de las metas de descarbonización de Colombia? Pues cabe recordar que en el Foro Económico Mundial de 2023 -en Davos- el Gobierno Nacional confirmó su compromiso de alejarse de los combustibles fósiles al anunciar el fin de nuevos contratos de exploración de petróleo y gas.
“El gobierno colombiano cree que los descubrimientos internos existentes pueden hacerlo autosuficiente en gas mientras se concentra en la transición energética, pero ¿podría esa decisión resultar prematura?”, cuestiona el análisis de Wood Mackenzie.
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¿Qué impulsó a Colombia a suspender nuevas exploraciones de petróleo y gas?
En diciembre de 2022, el Ministerio de Minas y Energía de Colombia publicó un informe afirmando que el país podría satisfacer sus propias necesidades futuras de gas.
De acuerdo con Wood Mackenzie, alentados por el potencial de las reservas de gas marinas recientemente descubiertas para reforzar el suministro, afirmaron que Colombia podría satisfacer la demanda a través de la producción nacional hasta 2042, momento en el que la transición energética del país estaría muy avanzada.
A raíz del informe, el Gobierno colombiano anunció la suspensión de todos los nuevos contratos de exploración upstream de petróleo y gas.
La decisión de poner fin a la exploración fue controvertida ya que la producción nacional de gas de Colombia está en constante declive, según el análisis de la entidad.
“Sin importar gas, estimamos que Colombia experimentará un déficit de 560 millones de pies cúbicos por día (mmcfd) para 2030. De hecho, según los contratos comerciales actuales, el país enfrentará una escasez general de suministro de gas antes de finales de la década, incluso una vez que se tenga en cuenta la capacidad de importación”, manifestó Wood Mackenzie.
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Como se sabe, la única instalación de regasificación de Colombia (SPEC LNG) en Cartagena puede importar actualmente alrededor de 400 millones de pies cúbicos de gas por día (mmcfd).
Y su accionista mayoritario, Promigas, tiene planes de 130 mmcfd adicionales para la segunda mitad de 2026: de estos, se prevé que 50 mmcfd de esta capacidad entren en funcionamiento en 2024.
Esta, la importación de Gas Licuado de Petróleo (GNL) -según varios expertos- es la opción más tangible, lograble y realista para que el país no pase por momentos álgidos y llegar a enfrentar una posible escasez de gas que se avecina desde 2026 en adelante, como está previsto en varios escenarios.
Sin embargo, en línea con el análisis de Wood Mackenzie, los planes para una segunda instalación de importación de 400 mmcfd (denominada Pacific LNG) están actualmente en desorden, después de que la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME) descalificara al único consorcio que había presentado una oferta para el proyecto de US$900 millones.
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Los expertos aseguran que, sin un suministro interno adicional, se deja un grave déficit del energético para la posteridad. Tema que Valora Analitik profundizará a lo largo de este Especial: Sector minero-energético de Colombia 2023.
El potencial de oferta interna alcista existe
De acuerdo con Wood Mackenzie, muchos en Colombia ven un gran potencial de crecimiento en tres descubrimientos marinos: Gorgon, Uchuva y Orca.
Si se desarrollan, se convertirían en los primeros desarrollos en aguas profundas de Colombia. Pero estos descubrimientos aún se encuentran en la etapa de evaluación, por lo que existe una incertidumbre considerable con respecto a los volúmenes potenciales de producción, los plazos y los costos de los proyectos, manifiesta el documento de esta entidad.
“Aprovechamos nuestra metodología de valoración e inteligencia de costos de la cadena de suministro para llevar a cabo un análisis integral de 60 escenarios posibles, variando los recursos recuperables y la productividad del pozo para evaluar el rango de equilibrio potencial para los proyectos”, destaca Mackenzie.
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Para cumplir con estos puntos de referencia, las empresas extraterritoriales deberán ser altamente productivas y rentables, precisan los analistas.
Así las cosas, indican que la logística también puede aumentar los costos de inversión del proyecto, dada la distancia de algunos campos a la infraestructura existente y la capacidad limitada para trasladar gas desde la costa al interior de Colombia.
(Con información de Wood Mackenzie)