El 16 de diciembre de 2024, la Fiscalía de Bolivia emitió una orden de captura en contra del expresidente Evo Morales, acusándolo formalmente de «trata de personas agravada».
Las autoridades sostienen que Morales, de 65 años, habría mantenido una relación con una menor de 15 años en 2016, resultando en el nacimiento de un hijo. Dicha relación constituiría violación según la legislación boliviana.
La fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, confirmó la imputación contra Morales y los padres de la presunta víctima, Idelsa Pozo Saavedra y Emeterio Vargas Mamani, acusándolos de facilitar la relación con fines de obtener beneficios políticos. Además, la fiscal argumentó que el expresidente de Bolivia no respondió a la citación realizada por el Ministerio Público para declarar, por ello, ordenó su captura.
De igual manera, la fiscal negó que exista alguna motivación política detrás de sus diligencias: “Estamos resguardando los derechos de una persona que ha sido ultrajada, con el visto bueno de sus padres. Vamos a exponer todas estas situaciones (ante el juez)».
¿Qué dijo Evo Morales sobre dicha acusación?
Morales ha negado las acusaciones, calificándolas de una estrategia política para impedir su candidatura en las elecciones presidenciales de 2025. Ha acusado al presidente Luis Arce de conspirar con sus adversarios para eliminarlo políticamente.
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«El #Lawfare es el nuevo Plan Cóndor: ya no asesinan con balas, ahora promueven asesinatos morales a través de sentencias contra los liderazgos populares. Nos iniciaron cuatro procesos judiciales de forma simultánea, todos con acciones forzadas para buscar nuestra aprehensión», escribió el 7 de octubre Morales en una publicación de la red social X.
Además, este 14 de diciembre publicó:
Entre tanto, el expresidente se encuentra en la región del Chapare, bastión de sus seguidores, lo que ha dificultado su detención. Intentos previos de la policía para arrestarlo han sido repelidos por sus simpatizantes, generando enfrentamientos y tensiones en la zona.
Este caso ha intensificado las divisiones dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), partido de Morales y Arce, reflejando una lucha interna por el poder de cara a las próximas elecciones.