El Producto Interno Bruto (PIB) de EE. UU. creció a un ritmo anualizado de 2,1 % en el segundo trimestre, revisado a la baja tras la estimación anterior del Gobierno. De hecho, las previsiones del primer cálculo fueron de 2,4 %.
«Las estimaciones actualizadas reflejaron principalmente revisiones a la baja de la inversión privada en inventarios y de la inversión fija no residencial que fueron parcialmente compensadas por una revisión al alza del gasto de los gobiernos estatales y locales», destacó el actual informe del PIB de EE. UU.
En términos puramente anualizados, la forma preferida por la Oficina de presentar los datos, el PIB aceleró su expansión en el segundo trimestre al 2,1 % desde el 2 % del primer trimestre. No obstante, esta segunda lectura del dato implica una revisión a la baja de tres décimas respecto de la estimación preliminar.
PIB de EE. UU./Trading Economics
El Departamento de Comercio también dio revisiones al alza de las importaciones.
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Expectativas de la FED
La semana pasada, desde Jackson Hole, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advertía de que el banco central estadounidense está atento a las señales de que la economía no se esté enfriando como se esperaba, dado que, en lo que va de año, el crecimiento del PIB ha superado las expectativas, mientras que la tasa de inflación «sigue siendo demasiado alta», por lo que el banco central estadounidense está listo para subir los tipos de interés si fuera necesario.
Por otro lado, se informó que las nóminas privadas aumentaron menos de lo esperado en agosto, el último indicio de que el mercado laboral pierde impulso, aunque se mantiene tenso.
Las nóminas privadas aumentaron en 177.000 puestos de trabajo el mes pasado, mostró el miércoles el informe nacional de empleo ADP. Economistas encuestados por Reuters estimaban que el empleo privado aumentaría en 195.000 puestos.
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