Los precios del petróleo se dispararon después de que un ataque coordinado golpeó el corazón de la industria petrolera de Arabia Saudita el sábado, obligando al reino a reducir su producción de petróleo a la mitad.
Los futuros del crudo Brent, el punto de referencia internacional, subieron hasta un 19,5% a US$71.95 por barril, que es el mayor salto intradiario registrado en la historia de las materias primas. A las 7:35 a.m. ET, el contrato era de US$66.5, un aumento de US$6.29 o 10,45 %.
Los futuros intermedios del oeste de EE. UU. en Texas (WTI) subieron hasta un 15,5 % a US$63,34. El contrato fue más tarde de US$59.54, un aumento de US$4,69 o 7,88 %.
Una instalación de procesamiento de petróleo en Abqaiq y el cercano campo petrolero Khurais fue atacada el sábado, destruyendo 5,7 millones de barriles de producción diaria de crudo o el 50% de la producción de petróleo del reino. Según los informes, Saudi Aramco, la compañía petrolera nacional, apunta a restaurar aproximadamente un tercio de su producción de crudo, o 2 millones de barriles para el lunes.
«Si bien a corto plazo el impacto físico directo en el mercado podría ser limitado, esto debería alejar al mercado de su ciclo macroeconómico bajista y aumentar la prima de riesgo en el mercado a medida que los fondos reducen sus posiciones cortas», dijo Chris Midgley, director global. de análisis, S&P Global Platts.
Los precios del petróleo bajaron de sus niveles máximos después de que el presidente Donald Trump dijo que estaba autorizando la liberación de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo para mantener los mercados «bien abastecidos».
Abqaiq es la planta de procesamiento de petróleo y la planta de estabilización de petróleo crudo más grande del mundo con una capacidad de procesamiento de más de siete millones de barriles por día. Khurais es el segundo campo petrolero más grande del país con una capacidad para bombear alrededor de 1,5 millones de barriles por día. En agosto, Arabia Saudita produjo 9.85 millones de barriles por día.
Los rebeldes hutíes de Yemen se atribuyeron la responsabilidad del ataque, diciendo que fue uno de sus ataques más grandes dentro del reino. Los hutíes han estado detrás de una serie de ataques contra oleoductos, petroleros y otras infraestructuras sauditas en los últimos años.
Trump también dijo que hay razones para creer que Estados Unidos conoce al culpable y está «bloqueado y cargado», mientras espera que la verificación del reino continúe.
Estados Unidos culpó a Irán por los ataques con aviones no tripulados en esas instalaciones importantes. El secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo en un tuit el sábado que Irán lanzó un «ataque sin precedentes contra el suministro de energía del mundo».
«Si los iraníes se han visto obligados a tomar medidas desesperadas por la pérdida de ingresos por exportaciones de crudo, un ataque a la capacidad saudita parece una respuesta probable», dijo Jason Gammel, analista de energía de Jefferies, en una nota el domingo.
«El riesgo de un conflicto más amplio en las regiones, incluida una respuesta saudita o estadounidense, probablemente elevará la prima de riesgo político sobre los precios del crudo en US$5-10 / bbl».
El último ataque se produjo cuando Arabia Saudita avanza para hacer público a Saudi Aramco en una importante sacudida del sector energético del reino.
El presidente y CEO de Saudi Aramco, Amin Nasser, dijo el sábado que nadie resultó herido en los ataques y que se está trabajando para restaurar la producción. Aramco no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios de CNBC el lunes.
Ayuda de Trump
El presidente Donald Trump dijo el domingo que autorizó la liberación de petróleo de la reserva estratégica de petróleo de EE. UU. después de que los ataques a las instalaciones clave de producción en Arabia Saudita redujeron la producción de crudo del reino a la mitad.
Trump dijo que se liberaría petróleo si fuera necesario para mantener bien abastecido el mercado.
El presidente también dijo que ha informado a las agencias apropiadas para acelerar la aprobación de los oleoductos que aún están en proceso de permisos en Texas y otros estados.
(Con información de CNBC)
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