La petrolera brasileña Petrobras dijo que llegó a un acuerdo de compromiso con el regulador antimonopolio de Brasil, Cade, para vender fracciones de sus activos de transporte y distribución de gas natural.
El acuerdo hará que la compañía petrolera estatal del país renuncie a una participación del 51% en Transportadora Brasileira Gasoduto Bolivia-Brasil o TBG, la empresa de la parte media que importa una parte importante del suministro de gas de Brasil desde Bolivia.
Petrobras también dijo que renunciaría a una participación del 10% en Nova Transportadora do Sudeste, una entidad de línea media con más de 2.000 km de ductos que conectan los estados de Río de Janeiro, Minas Gerais y Sao Paulo, así como una participación del 10% en Transportadora Associada de Gas, que posee una red de tuberías separada que totaliza más de 6.500 km de longitud.
El acuerdo también podría hacer que Petrobras venda una participación controladora en Gaspetro, el holding de las distribuidoras de gas estatal de Brasil.
Alternativamente, podría renunciar a sus participaciones por separado en una o más de las empresas de distribución de gas estatal de Brasil, dijo.
«Petrobras está firmemente comprometido a abandonar el negocio de distribución de gas natural», dijo el presidente y gerente general de Petrobras, Roberto Castello Branco, en un comunicado de prensa publicado el lunes por la noche. «Nuestro equipo está trabajando intensamente para concluir las negociaciones en el menor tiempo posible», agregó.
El movimiento de Petrobras para renunciar a la propiedad parcial en los mercados de gas intermedios y descendentes de Brasil se produce cuando la nueva administración presidencial del país se está moviendo de manera decisiva hacia una apertura en el sector.
A fines de junio, el Consejo Nacional de Política Energética de Brasil, o CNPE, aprobó regulaciones destinadas a abrir el mercado de gas natural del país, incluido el fin de los monopolios en las redes de transporte y distribución.
Se espera que el programa Nuevo Mercado de Gas, que ha recibido un fuerte apoyo de la administración de Bolsonaro, reduzca drásticamente los costos de energía y estimule el desarrollo económico en Brasil.
(Con información de Platts)
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