Este domingo, al reinstalar la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (CSIVI), el presidente Gustavo Petro afirmó que para lograr la paz en Colombia es necesario reformar el Marco Fiscal del país y priorizar la compra de tierras.
Según datos del Ministerio de Hacienda, la deuda bruta del Gobierno Nacional Central de Colombia, durante agosto de 2022, llegó al 59 % del PIB.
Registros del Ministerio también permiten ver que el dato es mayor al 58 % que se había dado a conocer en julio de este año. Mientras que, en junio de 2022, venía siendo del 56,1 % como proporción del PIB.
Sin embargo, el Mandatario les pidió a la CSIVI, a analistas económicos y a políticos del país evaluar esas alternativas que le permitan al Estado cumplir con los acuerdos de paz con las Farc, particularmente con el primer punto que se refiere a la Reforma Agraria, fundamental para lograr la Paz Total.
“¿Vale la pena romper el Marco Fiscal para hacer la paz? ¿Vale la pena la posibilidad de un endeudamiento mayor del Gobierno para cumplir los acuerdos de paz con las Farc? ¿Vale la pena comprar 3 millones de hectáreas de tierra y entregárselas al campesinado dentro de la frontera agraria para aumentar la producción de alimentos en Colombia?”, dijo el jefe de Estado.
“Debemos reformar el Marco Fiscal, debemos aceptar que hay que hacer un esfuerzo presupuestal para comprar las tierras, que ese esfuerzo presupuestal no debe ser subsumido por un crecimiento del precio de la tierra que harían sus poseedores, dado que está concentrada su propiedad de una manera horrorosa”, enfatizó el Presidente.
De acuerdo con el mandatario, una sola hectárea de tierra, partiendo de la base de las diferencias por las particularidades de cada región, podría costar entre $10 millones y $20 millones, lo que “significa que el primer punto del acuerdo de paz está entre $30 billones y $60 billones”, dijo.
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Además, el presidente Petro indicó que en la medida que los retos en esa materia son “indudables”, planteó la posibilidad de priorizar la compra de la tierra como inversión pública del país y se preguntó a sí mismo: “¿Está el mundo dispuesto a acompañarnos en eso, hasta qué punto, marginalmente, seriamente?”.
Para tal fin, manifestó que “comprar la tierra significa no agredir a la persona tenedora de la tierra hoy, independientemente de su historia, porque la historia de la tierra de Colombia -de la tierra fértil- es una historia ensangrentada, es una historia violenta, pero independiente de esa historia de violencia, lo que nosotros les proponemos hoy es que se la compramos, les compramos la tierra a precio de mercado. Eso debe ser una condición de paz”.
El Mandatario reiteró que el Gobierno del Cambio tiene la voluntad política de cumplir los acuerdos de paz.
“Nosotros vamos como Gobierno -es nuestra voluntad política– creo que por eso nos nombraron, nos eligieron, a intentar cumplirlo, pero implica un cambio completo de la estructura del gasto público en Colombia, que en mi opinión vale la pena, pero que ya verán ustedes cuántas fuerzas van a intentar impedir que se haga”, recalcó.
Finalmente, el jefe de Estado concluyó que como Presidente de la República hizo un análisis sobre el cumplimiento del primer punto de los acuerdos de paz con las Farc y llegó a la conclusión de que “el gobierno (anterior), porque el gobierno coordina el Estado, tomó la decisión de no cumplir los acuerdos de paz. Esa es mi percepción a cerca de lo que he encontrado”.
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