El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aterrizó en París para La Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial, que se lleva a cabo los días 22 y 23 de junio.
Allí dio a conocer lo que llama el Plan Marshall por la crisis climática, que consiste en la financiación para mitigar esta iniciativa.
El asunto ha sido tema recurrente desde la pasada COP, así como en la última intervención de Gustavo Petro ante Naciones Unidas y la reciente reunión bilateral entre el jefe de Estado y el canciller alemán, Olaf Scholz.
El Plan Marshall fue una iniciativa de Estados Unidos para ayudar a la reconstrucción de aquellos países de Europa devastados por la Segunda Guerra Mundial, y Petro transponla la idea, donde la actual tiene como objetivo construir las bases de un nuevo pacto financiero internacional que ayude, en especial, a los países más vulnerables frente a la crisis climática, es decir, unir fuerzas de todos los países del mundo para enfrentar el problema.
Las propuestas de Petro para enfrentar la crisis climática
Petro mencionó sus propuestas durante el evento, la primera es que “el nivel de inversión que hay que hacer para superar la crisis climática a nivel global tiene que ver con cambiar la matriz energética en el mundo, sustituyendo combustibles fósiles”.
La segunda es cambiar la movilidad hacia transportes públicos con energías limpias en todo el planeta.
Y, lo tercero, cambiar las formas de producir en la agricultura dejando a un lado el carbón y el petróleo de los procesos tecnológicos de producción.
El cuarto aspecto de la inversión, según Petro, es la siguiente: “Tenemos que hacer una adaptación, organizar la población alrededor del agua, el agua se vuelve del ordenamiento local”.
El presidente de Colombia mencionó que es necesario crear un gran Plan Marshall global de inversiones.
Sobre esto, explicó: “Proponemos la implementación de ingresos adicionales que provendrían de una tasación global sobre las transacciones financieras. Estos fondos estarían destinados a financiar la crisis climática y reducir la deuda pública en todos los países del mundo. No se trata de condonar la deuda, ya que eso afectaría a los pensionistas de los países ricos”.
Según el presidente de Colombia, en lugar de dirigirse a cada país de manera individual, estos recursos se destinarían al Fondo del Clima, con el objetivo de distribuirlos de manera progresiva en función de sus efectos.
En otras palabras, se crearía un pago a los prestamistas de capital que aumentaría la liquidez mundial, pero que se invertiría en actividades productivas por parte de los países receptores.
Al reducirse la deuda y el servicio de la misma, estos países contarían con más espacio presupuestario que se destinaría a acciones climáticas. Esto implica cambiar deuda por medidas climáticas.
“Si todos los países se suman a este mecanismo, estaríamos dando un paso fundamental y esencial para abordar la crisis climática. Sería como un plan Marshall de inversiones en mitigación y adaptación en cada país del mundo», dijo el presidente Petro.
El papel del FMI y Banco Mundial para enfrentar crisis climática, según Petro
Sin embargo, agregó, «para lograrlo, se requiere un cambio institucional en el sistema financiero global, ya que el FMI y el Banco Mundial deberían priorizar esta transferencia a través de derechos especiales de giro hacia los tenedores de bonos de deuda pública y los bancos multilaterales. Esto también implicaría una reducción en los servicios de deuda en todos los países del mundo”.
Lo anterior, de acuerdo con el presidente colombiano, requeriría entablar un diálogo distinto entre el Norte y el Sur, con el objetivo de impulsar un enfoque colaborativo y solidario en la lucha contra el cambio climático.
FMI anunció importante aporte para la crisis climática
La directora del FMI, Kristalina Georgieva, anunció que los países ricos han logrado reasignar US$100.000 millones de los fondos de la institución para combatir el cambio climático y la pobreza en países en desarrollo.
Vale indicar que, antes de la cumbre, se necesitaban otros US$40.000 millones para alcanzar las metas fijadas.
Algunos países europeos se mostraron reacios, pero la idea era que los más adinerados prestaran sus activos de reserva de divisas al FMI, que a su vez los prestaría a economías en desarrollo. Francia y Japón anunciaron que redistribuirían el 30% de sus DEG con este propósito.
La cumbre que se celebra en París busca encontrar soluciones financieras para abordar la pobreza y el cambio climático.
Sin embargo, el presidente del Congo, Denis Sassou-Nguesso, señaló que las promesas de ayuda de los países ricos no se han cumplido y citó el caso de la cumbre COP de Copenhague en 2019, cuando estos prometieron dar US$100.000 millones anuales para temas climáticos.
