El presidente Gustavo Petro, en un tono enérgico, lanzó un fuerte llamado a la movilización popular a través de su cuenta de X alertando sobre lo que considera un «golpe de estado a la colombiana».
Petro acusó al Consejo Nacional Electoral (CNE) de tomar decisiones motivadas por magistrados que califica como «enemigos» suyos, con el fin de desconocer el mandato popular que lo eligió como presidente en 2022. Estas afirmaciones surgen en medio de una investigación en curso que enfrenta dentro del mismo organismo electoral.
Petro denunció que «mientras de un plumazo y contrario a la doctrina constitucional usada con todos los presidentes de Colombia, al deshacerse de un plumazo, en un concepto no vinculante, del fuero integral del actual presidente de Colombia, inició un golpe de estado a la colombiana”. Esta declaración encendió las alarmas sobre la posibilidad de una crisis institucional en el país, avivando las tensiones políticas que se han incrementado desde el inicio de su mandato.
Furia de Petro continúa ante investigaciones a su campaña
Petro no se quedó ahí. Continuó su discurso señalando que los derrotados en las elecciones de 2022 están preparando un golpe de estado contra lo que él denomina el «cambio en Colombia» y contra el voto del pueblo que lo llevó al poder. Frente a este supuesto intento de subversión, el presidente aseguró que «ante un golpe de estado no hay otro camino que la movilización popular generalizada», destacando que cualquier intento de burla al voto popular debe ser respondido con la fuerza del pueblo en las calles.
En un tono que refleja su constante crítica hacia las élites, el presidente también arremetió contra lo que llama la «oligarquía colombiana», acusándola de no cansarse de explotar el país y de convertirlo en uno de los más desiguales y violentos del mundo. Según Petro, esta oligarquía ha decidido acabar con la poca democracia establecida en la Constitución de 1991 y romper sus reglas porque no soporta tener a un presidente que esté del lado del pueblo, en lugar de alinear sus intereses con lo que él describe como «maniobras mafiosas y asesinas».
El llamado de Petro no solo fue una advertencia, sino también una convocatoria directa a la acción. Hizo un llamado a sectores juveniles, campesinos, trabajadores y mujeres a movilizarse en las calles, para respaldar lo que considera un proceso de cambio fundamental impulsado por su Gobierno. Según el presidente, las acciones irresponsables de la oligarquía podrían llevar al país hacia un camino aún más profundo de transformaciones, subrayando la necesidad de una respuesta masiva y contundente de la ciudadanía para defender el proyecto de cambio que su gobierno representa.
En medio de este panorama, las palabras de Petro han resonado con fuerza, generando un intenso debate sobre la legitimidad de sus acusaciones y el futuro inmediato del país. Mientras sus seguidores se preparan para responder al llamado a la movilización, sus opositores cuestionan el tono y las implicaciones de sus declaraciones, anticipando un periodo de mayor polarización y tensión en la política colombiana.
