Más allá de las cargas impositivas a los productos con azúcar en diferentes regiones y países como Colombia, Pepsico destaca que hay una tendencia global de cambios en el consumo.
Por esta razón, la marca se enfoca no solo en entender a los compradores, sino también a las oportunidades de crecimiento que existen a partir de estos nuevos hábitos. Así lo describió José Luis Silva, director de Mercadeo de Pepsico para Latinoamérica, quien además habló sobre la composición de la firma y los retos que han tenido este año.
PepsiCo cuenta hoy con dos negocios puntuales en su operación: uno de alimentos y el otro de bebidas. Justamente en este último Silva dirige la categoría de colas negras.
“El segmento de gaseosas en general es muy maduro, pues tiene penetraciones por encima del 90 % o 95 % y en Colombia específicamente está muy desarrollado. Colombia en el contexto de Latinoamérica es más o menos el cuarto país en importancia y tiene las mismas características de penetración”, explica.
En el país, agrega, además hay mucha competencia en términos de comunicación, precio, medios, empaques e innovación.
Si bien desde hace unos años se vienen avanzando medidas regulatorias hacia productos azucarados en varios países -como el caso de Colombia, donde desde el 1 de noviembre de 2023 se aplica un impuesto progresivo a las bebidas azucaradas y a los alimentos ultraprocesados- Silva manifiesta que los cambios van más allá de eso.
Recomendado: CCU y PepsiCo se integran en Paraguay para formar uno de los negocios de bebidas más grandes del país
“Hay presiones regulatorias y de gobiernos, pero realmente existe una tendencia hacia reducir el consumo de bebidas azucaradas, es una tendencia global de consumo”, manifestó.
Por esta razón, la marca se enfoca en esa tendencia ‘zero’, que ya llega a 234 millones y tiene una oportunidad de crecimiento de hasta el 50 % en mercado, en contraste con la de colas regulares donde a pesa de haber una penetración del 95 %, el margen de crecimiento es mínimo.
La relación de Pepsico y Postobón: ¿podría haber compra?
PepsiCo bebidas funciona bajo un modelo de franquicias alrededor del mundo, y Colombia no es la excepción. La marca no produce directamente, sino que funciona en la capacidad instalada de Postobón, la relevante compañía del sector, que es actualmente el encargado oficial de embotellar sus productos.
“Postobón es uno de los embotelladores más importantes del continente, pues cuenta grandes desarrollos en tecnología, en sus fuerzas de ventas y en el go to market. Es un socio impecable con el que realizamos nuestras producciones a nivel nacional pues ellos tienen plantas, tanto de tanto de procesamiento como de como de distribución”, menciona.
En otros países como en Chile funciona de manera similar, siendo allá CCU (la Compañía de Cervecerías Unidas) el aliado.
Recientemente se conoció que CCU y Pepsico también empezarían a trabajar juntos en Paraguay, quedando con el 51 % y el 49 %, respectivamente, de las acciones resultantes de la nueva sociedad fusionada.
Por este motivo surge la duda de si en Colombia se seguiría por el mismo camino, entendiendo que CCU es el socio aliado de Postobón en Colombia, para la producción de cervezas, y este último es, a su vez, es el embotellador actual de Pepsico en el país.
“No sabría decir si hay si hay uniones o algún tipo de intención de compra, o movimiento. Simplemente estos son negocios dinámicos en donde claramente nuestros socios embotelladores también están buscando maximizar sus operaciones y esa maximización de operaciones pues se da a través pues de pues de este tipo de negocios, pero no tengo conocimiento”, relató Silva.
¿Cómo va el negocio de Pepsico bebidas en Colombia?
De acuerdo con el director de Mercadeo de Pepsico para Latinoamérica este 2024 ha sido un año retador.
“Veníamos de una de un post pandemia en donde teníamos un consumo disparado de todas las categorías, no solamente nosotros en gaseosa, sino consumo masivo en general. Entonces, si se compara contra ese periodo venimos creciendo, pero a tasas menores”, comenta.
Dice que el tema de impositivo claramente ha tenido un impacto y es algo que tiene doble efecto, ya que hay menor “circulante disponible para nuestros consumidores y para nuestros tenderos y esa reducción del hace que se balanceen las tasas de crecimiento de todas las categorías en general de consumo”.
