Tras no haberse conseguido un acuerdo entre el Gobierno Nacional y los representantes de los cultivadores de arroz en el país, este 6 de marzo, y por tercer día consecutivo, continúa el paro en Colombia.
En este contexto, Valora Analitik habló con el presidente de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), Rafael Hernández, y con Analdex sobre la situación con los precios, que es uno de los puntos más álgidos en los reclamos del sector. Los productores ahondan en otros problemas como la desventaja competitiva frente ciertos acuerdos comerciales vigentes.
“El problema del paro es precisamente por el tema del precio. Los precios a los que está vendiendo el agricultor en este momento no cubren los costos de producción. Entonces lo agricultores están perdiendo entre $1 millón y $2 millones por hectárea”, precisó.
De acuerdo con el directivo, aunque en el país hay 13.000 arroceros, en este momento se está recolectando la cosecha de riego en las zonas del Tolima y el Huila, principalmente, que es donde está el mayor número de agricultores, sobre todo pequeños y son, precisamente, las zonas donde se concentra el mayor número de manifestantes en la actualidad.
Los cultivadores de arroz de Colombia han manifestado reiterativamente en el paro que los molineros no están pagando a los precios justos. Ante esto, el presidente de Fedearroz explica, en primera instancia, que “el precio de compra lo fijan los industriales”, pero que, además, en el pasado eso se compensaba con un incentivo de almacenamiento que daba el Ejecutivo y que fue suspendido.
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“El agricultor se queja de que le están pagando por debajo de sus costos de producción y la industria argumenta que hay sobreoferta y una cantidad de problemas que se solucionaban antes con la aplicación del incentivo al almacenamiento, que era un mecanismo que permitía retirar del mercado los excedentes temporales que se presentaban -especialmente en la época de la cosecha grande que es agosto, septiembre y parte de octubre- pero este mecanismo lo suspendió este Gobierno”, afirmó.
Así las cosas, ese excedente temporal es el que ha causado que haya sobreoferta porque, como explica Hernández, “eso siempre se guardaba desde septiembre y octubre para utilizarlo en marzo y abril del año siguiente donde la oferta de arroz es inferior”.
La desventaja de la industria arrocera frente a las importaciones
Otro de los puntos que aqueja al sector tiene que ver con lo que ellos manifiestan es una desventaja competitiva frente a las importaciones de arroz que llegan de otros países, muchas bajo la sombrilla de Tratados de Libre Comercio (TLC) como el de Estados Unidos, de donde en 2024 se importaron 164.894 toneladas de arroz.
Sobre el tema, la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) explicó que la desgravación del arroz en el marco del Acuerdo de Promoción Comercial (APC) entre Estados Unidos y Colombia, se ha realizado de manera gradual para permitir una transición ordenada y proteger a los productores nacionales.
“Se estableció un periodo de 19 años para la eliminación total de los aranceles al arroz importado de EE. UU. Esto significa que el arancel iría reduciéndose progresivamente hasta llegar a cero en 2030, año en el cual se espera que el país adecúe su sector arrocero para ser competitivo con Estados Unidos, con los recursos provenientes de las subastas de arroz”, contó Analdex.
En eso la Federación, precisamente, ha estado trabajando con el programa de Adopción Masiva de Tecnología donde se busca reducir los costos de producción y aumentar los rendimientos. “Eso ha dado resultado y se está implementando, esperamos que de acá a 2028 tengamos el 80 % o 90 % del área bajo este sistema”, puntualizó Hernández.
Durante el periodo de desgravación, se establecieron cuotas anuales de importación de arroz estadounidense con arancel de 0 %. Estas cuotas iniciales se establecieron con base en el consumo colombiano y aumentan cada año. “El mecanismo de asignación de las cuotas es administrado por el Comité de Administración del Cupo de Importación de Arroz, con licitaciones abiertas a los importadores colombianos”, relató Analdex.
“El volumen del cupo consiste en 86.270 TM para 2014. El arroz dentro del cupo ingresará a Colombia libre de arancel, mientras que las importaciones de arroz fuera del cupo pagan un arancel del 80 % hasta el año 2017. El volumen del cupo aumenta gradualmente a 166.957 TM en 2029 y se elimina en 2030”, especificó el gremio exportador.
En ese orden de ideas desde el 1 de enero de 2018, el arancel se empezó a reducir en 13 etapas anuales iguales hasta su eliminación en 2030. El cupo se asigna a través de un proceso de subasta de licitación abierta.
Para las importaciones de arroz fuera de la cuota establecida, continuó Analdex, “se mantiene un arancel que disminuye gradualmente con el tiempo. Este arancel era inicialmente de 80 % y ha ido reduciéndose año a año. Para 2025, se encuentra en 30,5 % el arancel por fuera del cupo”.
El problema con el acuerdo del CAN que perjudica a Colombia
Pero más allá de las importaciones de Estados Unidos, desde Fedearroz manifiestan que unas de las que están causando mayor perjuicio son las de región Andina, de Perú y Ecuador.
“Venimos de tiempo atrás solicitando que el TLC de la CAN (Comunidad Andina) se revise porque ya se volvió un acuerdo inequitativo para Colombia porque cuando se firmó eso en los años 60 Colombia tenía la ventaja sobre esos dos países, y ahora no la tiene. Entonces eso nos está causando algunos problemas más porque lo del acuerdo de TLC no se cumple”, manifestó Hernández.
Por ejemplo, comentó, cuando “Ecuador cuando necesita arroz lo importa del Mercosur y cuando quiere venderlo quiere que Colombia se lo compre”. A su juicio, hay entonces hay una inequidad y no cumplen con la reciprocidad.
“‘Si yo le compro arroz, cuando usted necesite, pues cómpremelo a mí’ y eso no se está dando, por eso pedimos que se revise el TLC que es el que más problemas nos está causando. Llevo tres gobiernos pidiendo que se revise y nadie lo ha hecho”, sentenció.
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