La política alcista de las tasas de interés por parte de los bancos centrales de todo el mundo fue una de las prácticas más recordadas del 2022.
Los últimos retazos de la pandemia del Covid-19 y los impactos de la guerra en Ucrania causaron una espiral inflacionaria a nivel global, especialmente en las grandes economías.
La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) fue la principal entidad monetaria en liderar esta cruzada, seguida de su par el Banco Central Europeo (BCE), toda vez que ambas manejan las principales divisas globales: el dólar y el euro.
En 2023 esta política alcista de tasas apunta a mantenerse, en un esfuerzo por culminar de enfriar la presión sobre la economía. Este febrero se toman las primeras decisiones de la FED y el propio BCE.
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Se espera que, de forma más moderadas, ambas entidades suban su tasa de referencia para mantenerla un buen tiempo hasta evidenciar con énfasis la caída de la inflación.
¿Qué son las tasas de interés de los bancos centrales?
Lo primero a señalar es que, en aspectos de política monetaria, la tasa de interés es el precio del dinero y el principal instrumento de los bancos centrales frente a esta directriz monetaria.
De acuerdo con Diego Gómez, analista de Contexto Externo y Mercado Cambiario en Investigaciones Corficolombiana, la tasa de interés es una herramienta “a través de la cual las entidades financieras ajustan el costo de colocación y captación de recursos”.
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¿Para qué funciona controlar las tasas de interés?
Durante el final del 2021 -en algunos países y regiones- y en buena parte del 2022, los titulares de la opinión pública y los ojos del mercado siguieron las decisiones de los bancos centrales.
En los discursos ofrecidos por los responsables de estas entidades se aclaró que estas decisiones apuntaban a controlar la alta inflación.
Esto, según lo explicó Gómez, se debe a que la tasa de interés “se usa como instrumento de política monetaria para afectar la cantidad de dinero que circula en una economía”.
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“En la actual coyuntura inflacionaria, las tasas de interés suelen ajustarse al alza para estimular el ahorro, desestimular el consumo y con base en ello mitigar el crecimiento de los precios”, explicó el analista.
¿En qué afecta el incremento de tasas a Colombia?
En una economía globalizada, las decisiones de política monetaria pueden impactar en menor o mayor escala a los distintos países en varias maneras. En el caso de la colombiana, estas son importantes.
“Un aumento en la tasa de interés de EEUU (manteniendo la tasa local constante) incentiva la relocación de capitales hacia dicho territorio al ofrecer una razón rentabilidad/riesgo mayor.”, explicó Gómez.
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De esta manera, según el experto, los activos financieros locales tienden a desvalorizarse, encareciendo el costo de vida y de la deuda.
¿Cómo son las tasas de interés actualmente en América Latina?
América Latina fue una de las primeras regiones del mundo donde sus bancos centrales comenzaron con la cruzada de la tasa de interés, hacia finales de 2021.
Un año después esta política alcista aún se mantiene, pero con matices debido a que en algunos casos ya la inflación ha comenzado a descender.
Tal es el caso de la principal economía de la región, Brasil, mantiene su tasa de interés en 13,75 % desde el pasado agosto de 2022.
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En México, la tasa de interés es del 10,50 % y se espera subirla hasta los niveles del 11 % para mantenerla estable por un tiempo, explicó la entidad monetaria del país.
En Perú y en Colombia volvieron a incrementarla en sus reuniones más recientes, al 7,75 % y 12,75 %, respectivamente, debido a un fuerte comportamiento de la inflación.
Vale destacar el caso de Bolivia, una de las economías más pequeñas de la región, que mantiene su tasa de interés en 4 % desde finales de 2021.
El país destina extensos recursos para mantener los precios de elementos volátiles, como la gasolina. Por ello, fue junto a Ecuador, una de las tasas de inflación más pequeñas de la región el año pasado.