Reducir en cinco horas la distancia entre Medellín y Buenaventura, principal puerto del Pacífico colombiano, parecía hasta hace unos años un sueño imposible de cumplir.
El trayecto entre ambas ciudades llegaba a ser de entre 15 y 18 horas, lo que dejaba a buena parte del transporte de carga con recorridos eternos y una competitividad por el suelo.
A pesar de esto, una audaz apuesta del Gobierno de Juan Manuel Santos, retomada y mejorada por la administración de Iván Duque, tiene hoy al país a portas de que los principales centros de producción se conecten más fácil con el mundo. Lea más en Infraestructura.
Se trata de las vías de cuarta generación (4G), que tras varios años de construcción y algunos problemas comienzan a ser habilitadas a lo largo y ancho de Colombia.
La más reciente en ser terminada, Pacífico II, promete darle una nueva cara a Antioquia y su compleja topografía llena de montañas y valles.
El proyecto, cuyo accionista mayoritario es Odinsa (del Grupo Argos), tiene 96,5 km de longitud e incluyó trabajos de construcción de doble calzada, así como de rehabilitación de la tradicional vía que une a Medellín y Manizales.
Valora Analitik visitó la zona en el suroeste antioqueño, en donde la Concesión La Pintada realizó una intervención de gran calado, que incluyó más de 42 km de vías construidas y un túnel con doble tubo de 2,5 km.
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Además, se realizaron 44 puentes, uno de los cuales atraviesa el río Cauca, segundo más importante del país.
En total, el proyecto requirió inversiones por $1,3 billones, que, a cifras de hoy, se acercan a los $2 billones.
“Nos complace enormemente hacerle entrega al país de un proyecto ejecutado de manera integral con los más altos estándares constructivos y de sostenibilidad, convirtiéndolo en un ícono de la infraestructura en Colombia y un gran dinamizador económico y promotor de desarrollo y competitividad” afirmó Jorge Mario Velásquez, presidente de Grupo Argos.
Por su parte, Gustavo Bernal, gerente de la Concesión La Pintada, explicó que si bien las obras debieron entregarse el año pasado, por la pandemia se firmó una prórroga y hoy ya llegaron al 100%.
“En cuestión de dos días tuvimos que desmontar rápidamente todo lo que teníamos, y nos pusimos en la tarea de entender qué podíamos hacer con la pandemia y en corto tiempo teníamos el protocolo de bioseguridad, con lo cual pudimos retomar labores”, dijo.
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Y aunque la reducción del tráfico les dio un golpe en el recaudo de los dos peajes que tienen activos, con la reapertura que vivió el país en septiembre del año pasado volvieron a la normalidad.
¿Y ahora qué viene?
Ahora que terminaron las obras, los privados continuarán con la etapa de operación y mantenimiento, que implica estar al frente de la vía durante los próximos 20 años.
Según Bernal, lo anterior quiere decir que, en lugar de terminar labores, las empresas comenzarán a reforzar procesos clave con las comunidades de la zona y con el medioambiente.
Sobre el primer punto, la concesión ya viene trabajando con los ciudadanos del suroeste antioqueño, apoyándolos en promoción de productos de la región, así como realizando ruedas de turismo, que permitan abrir la economía local al país y el mundo.
“Acá no venimos a trabajar solos, sino con las comunidades; tanto con los alcaldes y equipos de gobierno, como con los líderes y lideresas de la región. Todos hacen parte de esta mesa”, señaló el directivo.
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Además, señaló que seguirán enfocados en darles bienestar a las personas del área de influencia del proyecto, sobre todo a mujeres y jóvenes en materia de generación de empleo.
A la fecha, en la iniciativa se han generado más de 3.500 empleos directos y más de 18.000 indirectos.
Por su parte, en el lado ambiental, Bernal asegura que tienen todas las baterías puestas para proteger el bosque seco tropical que hay en la zona. El objetivo es recuperar 13.000 hectáreas en el mediano plazo, de la mano con entidades públicas y privadas.
“Tenemos una tarea y es generar alianzas de largo plazo con entidades gubernamentales y privadas, con el fin de potenciar el desarrollo sostenible del suroeste antioqueño”, señaló.
Y reveló que el dividendo del proyecto ya se viene sintiendo en la zona de influencia, tanto así que en uno de los tramos se construirá un hotel y un hospital, mientras que en otro de los puntos se planea realizar una ciudadela para ofrecer vivienda turística.
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