Por: Juan Casal, director de Telco & Empresas Digitales de Latam en Intel
Por años hemos venido hablando del Internet de las Cosas (IoT, por su sigla en inglés), un término que, en resumidas cuentas, hace referencia a la capacidad que diferentes objetos tienen para conectarse a una red y establecer una comunicación. Esta conectividad entre dispositivos, que está presente en la mayor parte de nuestras actividades diarias, de manera silenciosa se ha convertido en el pilar para el desarrollo de productos con una larga lista de funcionalidades, incluyendo los wearables, los hogares inteligentes o las ciudades inteligentes, por solo nombrar algunos de ellos.
Más allá del consumidor final, la conectividad entre dispositivos tiene su mayor mercado en el mundo corporativo. Se estima que, para 2027, las empresas del mundo invertirán más de 480 billones de dólares en conectividad IoT, lo cual es cuatro veces más de lo registrado en el año 2017, según cifras de la firma de análisis IoT Analytics.
Las cifras dan muestra de la importancia que esta tendencia tecnológica ha tomado en el universo corporativo. No en vano, la conectividad de dispositivos está remodelando la forma en que se gestionan las empresas, ofreciendo una ventana sin precedentes hacia el rendimiento y la eficiencia de los procesos. Este cambio, impulsado por tecnologías como el IoT, permite a las organizaciones recopilar datos valiosos sobre diversas operaciones comerciales, tomar mejores decisiones y ser, en definitiva, más competitivas y productivas.
El avance del IoT está respaldado por tecnologías como el edge computing, la conectividad 5G y la inteligencia artificial (IA), pilares que, al sumarse, permiten el análisis y la toma de decisiones –muchas veces en tiempo real–, lo que revoluciona la gestión empresarial al proporcionar una visibilidad operativa sin precedentes.
Así impacta el IoT a las empresas
Un ejemplo puede mostrar de manera más simple el potencial de esta tecnología: imaginemos una cadena de suministro donde los sensores IoT monitorean el movimiento de los productos en tiempo real, proporcionando información detallada sobre su ubicación y estado. Esta información no solo optimiza la logística y reduce los tiempos de entrega, sino que también permite una toma de decisiones más rápida y precisa.
Los efectos que esta conectividad entre dispositivos tiene en la gestión empresarial son múltiples. Empezando por un aumento significativo en la visibilidad operativa, la eficiencia y la seguridad. Por cuenta de esta tecnología, las organizaciones pueden tomar decisiones más informadas y rápidas, lo que les permite adaptarse ágilmente a los cambios del mercado y mantenerse competitivas en un entorno empresarial en constante evolución.
Vayamos nuevamente a los ejemplos, esta vez en la industria manufacturera. En las fábricas inteligentes, los dispositivos IoT monitorean el rendimiento de las máquinas, detectan anomalías y previenen fallas antes de que ocurran. Esto no solo reduce los tiempos de inactividad y los costos de mantenimiento, sino que también mejora la calidad del producto final. Por su parte, en el sector de la salud, los pacientes pueden ser monitoreados de forma remota a través de dispositivos médicos IoT, lo que permite un seguimiento continuo de su salud y una intervención temprana en caso de problemas.
Compañías como Intel están comprometidas en impulsar esta revolución del IoT. En este caso, se combinan las inversiones en edge computing, IA y redes para maximizar los resultados del IoT. Al tiempo, la idea es trabajar en colaboración con líderes de la industria para establecer estándares y ofrecer soluciones que sean fáciles de implementar, óptimas y escalables, con un enfoque prioritario en la seguridad.
Con miras al futuro, la transformación digital que está llegando a más empresas de todo el mundo permitirá que la conectividad sea aún más relevante y siga impulsando un futuro más inteligente, ágil y competitivo. Con seguridad, el crecimiento de esta tecnología traerá retos en materia de privacidad, interoperabilidad de dispositivos y seguridad digital, por lo que el trabajo continuo entre la industria, las empresas y los reguladores será clave para seguir impulsando el creciente potencial de innovación que viene de la mano del IoT.
