Precisamente este miércoles, cuando se concretará el momento esperado de la firma del protocolo de ingreso de Colombia a la Ocde, el organismo internacional recortó sus previsiones de crecimiento para la economía colombiana en el 2018, desde 3%, como la tenía hace seis meses, a 2,7%.
En su informe semestral de Perspectivas, la Ocde le apuntó a que el incremento del producto interior bruto (PIB) evolucionará hasta el 3,2 % en 2019.
En medio de los análisis a la situación del país, el organismo alabó un refuerzo de las infraestructuras fiscales y de gasto junto a una mejora del empleo y los indicadores sociales, pero destacó que la informalidad y la desigualdad siguen siendo altas.
Según su análisis, el crecimiento superior al 3 % en 2019 se apoya en tipos de interés más bajos y reducciones en los impuestos de corporaciones, en paralelo un mayor precio del petróleo que, en conjunto, ayudan a impulsar la inversión. Además, la posibilidad de encontrar mejores socios comerciales permitirá un aumento de las importaciones.
Aunque la Ocde ve adecuada la política monetaria dada la inflación actual, que se espera que se acerque al objetivo del 3 % este año, señala que podrían necesitarse nuevos ajustes si las perspectivas de inflación siguen cayendo.
La organización apunta a un posible incremento en el gasto público para mejorar la calidad de la educación y estimular la productividad, y aconseja implantar medidas para reducir la brecha de género ampliando la cobertura de guarderías, en favor de un crecimiento más inclusivo.
La Ocde reconoce que ha habido mejoras en los últimos años sobre la informalidad laboral, pero recuerda que prácticamente la mitad de los trabajadores en las principales ciudades del país trabajan en negro y llama al Gobierno a dedicar mayores esfuerzos para solucionar la cuestión.
En ese sentido, aconseja reducir las cargas fiscales en los salarios y simplificar los procesos de afiliación a la seguridad social por parte de las compañías.
Lo que propone
En el camino a un crecimiento más robusto, sugiere a Colombia impulsar reformas estructurales que respalden el desarrollo regional y las infraestructuras de transporte y aplicar políticas que permitan a los trabajadores adquirir nuevas habilidades.
El organismo confía en que el fin del conflicto armado en el país incida en una mejora del turismo.
Advierte además de que el crecimiento económico podría empeorar por una normalización de la política monetaria estadounidense, que reduciría los flujos de capitales, y una escalada de la inmigración desde Venezuela, por el gasto inmediato que implica. «Bien gestionados, también podrían estimular las perspectivas de crecimiento», dice el informe reportado por El Tiempo.