En el mundo se viene registrando un nivel de inversión sin precedentes, gran parte de la cual se financiará con deuda, advirtió la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en la segunda edición de su Informe anual sobre la deuda mundial.
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Según cifras del organismo, los gobiernos y empresas piden prestado aproximadamente US$10 billones más de los mercados cada año en comparación con los registros anteriores a la pandemia, lo que refleja la persistencia de mayores necesidades fiscales. El año pasaron fueron US$25 billones, una cifra que supera el Producto Interno Bruto (PIB) combinado de Alemania y Japón.
En términos de ratios de endeudamiento neto en relación con el PIB, el agregado de la OCDE disminuyó en 2024 respecto al año anterior, jalonado por la dinámica de 16 países (Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos, entre otros), a pesar de haber aumentado en más de la mitad de los países del grupo.
Fuente: OCDE.
Por el otro lado, los mayores aumentos en endeudamiento entre los países miembros se observan en Portugal (debido al aumento del gasto en pensiones indexado y los recortes fiscales), Israel (en medio del conflicto en Oriente Medio) y Colombia (debido a los subsidios a los servicios públicos y al diésel, y a las exenciones fiscales).
También llama la atención que algunas economías emergentes con un PIB superior a US$300.000 millones, tenían entre la mitad y una cuarta parte de su deuda en bonos en circulación denominada en moneda extranjera en 2024 (Argentina, Chile, Colombia, Egipto, Rumania, Arabia Saudita y Turquía).
En contraste, 16 países que tienen más de la mitad de su deuda de bonos denominada en moneda extranjera tuvieron un PIB inferior a US$300.000 millones en 2024. De estos, cinco son de ingresos bajos y medios, otros cinco son de ingresos altos y los seis restantes son de ingresos medios y altos, “lo que indica que la dependencia de los mercados de divisas no está directamente relacionada con los ingresos, sino más bien con el tamaño”.
En detalle, los cinco principales emisores de deuda (Estados Unidos, Japón, Francia, Italia y el Reino Unido) representaron más del 85 % del endeudamiento bruto de los países de la OCDE en 2024 y solo Estados Unidos representó más de dos tercios del total.
“Esta combinación de costos más altos y mayor deuda corre el riesgo de restringir la capacidad de endeudamiento futuro en un momento en que las necesidades de inversión son mayores que nunca”, destaca el documento.
Emisión de deuda pública y privada en 2024
El análisis, que examinan los acontecimientos de relevancia para la política mundial en los mercados de bonos soberanos y corporativos, subraya que, en 2024, la deuda soberana y de bonos corporativos superaron en conjunto los US$100 billones, con lo que la relación deuda/PIB ha comenzado a crecer de nuevo en varios países de la OCDE; para 2024 el promedio era del 84 % y se prevé llegue al 85 % este año, 10 puntos porcentuales más que en 2019 y casi el doble del nivel de 2007.
También se prevé que la emisión de bonos soberanos en los países de la OCDE alcance la cifra récord de US$17 billones en 2025, frente a los US$16 billones de 2024, esto luego de que los niveles de deuda pendiente en los mercados emergentes se acercara a los US$12 billones en 2024, frente a los US$4 billones de 2007.
Al mismo tiempo, el informe destaca que los pagos de intereses siguen aumentando porque se deben refinanciar niveles récord de bonos emitidos a tasas bajas y que el año pasado las tasas a largo plazo alcanzaron sus niveles más altos en casi 20 años en varios de los principales mercados.
Fuente: OCDE.
Casi el 45 % de la deuda soberana de los países de la OCDE y un tercio de toda la deuda pendiente de bonos corporativos vencerá en 2027, lo que significa que proviene de un periodo de tasas de interés bajas y que su costo está por debajo de las tasas actuales del mercado. Pero en la medida en que se refinancie a tasas más altas, los costos aumentarán.
La OCDE señaló que los mercados mundiales de deuda se enfrentan a una transformación tras jugar un papel clave en la superación de dos crisis mundiales en este siglo (la crisis financiera de 2008 y la pandemia de COVID-19). Sin embargo, aseguró que ahora deben hacer algo más.
“Los responsables de la formulación de políticas de todo el mundo se enfrentan a la importante y difícil tarea de garantizar la sostenibilidad de las trayectorias de la deuda y, al mismo tiempo, financiar las inversiones necesarias para aumentar la competitividad y respaldar el crecimiento a largo plazo en medio de una mayor incertidumbre geopolítica y macroeconómica”, señaló la organización en su informe.
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