Nvidia, líder en tecnología de procesadores gráficos y en inteligencia artificial (IA), experimentó recientemente una de las caídas más significativas en su historia bursátil.
El lunes, sus acciones se desplomaron un 17 %, lo que se tradujo en una pérdida de aproximadamente US$595.000 millones en su capitalización de mercado, marcando la mayor disminución en un solo día para una empresa estadounidense.
Este descenso fue provocado por la irrupción de DeepSeek, una startup china que ha desarrollado un modelo de IA capaz de generar resultados comparables a los de chatbots estadounidenses, pero con una inversión de capital significativamente menor.
Este avance generó inquietudes sobre la necesidad de realizar grandes inversiones en infraestructura de IA, afectando directamente a empresas como Nvidia, que suministran componentes esenciales para estos desarrollos.
Además de ello, la fuerte liquidación del lunes, que provocó una onda expansiva en toda la industria tecnológica, con el Nasdaq Composite cayendo un 3 %, se produjo mientras los operadores comenzaban a temer que una burbuja de acciones de IA pudiera estallar debido al surgimiento de la DeepSeek.
Leve recuperación de Nvidia
A pesar de la magnitud de la caída, las acciones de Nvidia registraron un leve incremento del 3,5 % en las operaciones previas a la apertura del mercado, indicando una posible estabilización tras la volatilidad inicial.
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Analistas del sector sugieren que las preocupaciones en torno a DeepSeek podrían estar sobredimensionadas. Aunque la empresa china ha demostrado avances notables, su modelo aún depende de proveedores de servicios en la nube, lo que implica que la demanda de hardware especializado, como los chips de Nvidia, continuará siendo relevante.
Además, se prevé que la demanda de unidades de procesamiento gráfico (GPU) para aplicaciones de IA supere la oferta en el futuro cercano, lo que respaldaría las ventas continuas de Nvidia.
En resumen, aunque Nvidia enfrentó una caída histórica en su valor de mercado debido a preocupaciones sobre la competencia emergente en el ámbito de la IA, las perspectivas a largo plazo para la empresa siguen siendo optimistas, respaldadas por una demanda sostenida de sus productos en el creciente sector de la inteligencia artificial.
