Dentro del documento presentado por el Gobierno Nacional sobre la nueva reforma a la salud se evidencia lo que costaría para las finanzas públicas colombianas.
De acuerdo con la información, se evidencia que, si es aprobado este proyecto, a partir del 2025 el costo sería de $100 billones, lo que representaría 5,7 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, se resalta que esta cifra de gastos estaría cubierta con los ingresos proyectados.
Con las previsiones que entrega el documento, el costo anual podría llegar a 2034 a un monto de $148,8 billones, lo que equivaldría al 6,5 % de PIB.
“Desarrolladas las sendas de ingresos y gastos, se obtiene el balance final, que no deja recursos de gasto proyectados sin fuente de financiamiento, para garantizar que la reforma no afecta el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP)”, señaló el documento presentado al Congreso por el Gobierno Petro.
¿Qué será lo más costoso de la reforma a la salud en Colombia?
Según las cifras entregadas por el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Salud y la Adres, el rubro que implicará más giros es el que contempla los gastos directos.
Es decir, la atención de mediana y alta complejidad generaría un costo de $71,9 billones para el 2025, el cual seguiría aumentando hasta $94 billones en 2034.
Le sigue la atención primaria en salud con $18,5 billones para el próximo año y que llegaría a $36,6 billones al 2034.
Posteriormente, están las prestaciones económicas que generan un costo de $2,7 billones, mientras el Sistema General de Participaciones requerirá $1,8 billones y el fortalecimiento de la red pública tendría una cuantía de $1 billón, entre otros.
En su conjunto, este segmento suma $97,4 billones para el 2025 y para el 2034 alcanzaría los $144,6 billones.
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El segundo segmento de mayor costo son los gastos indirectos que tendrían un valor de $1,8 billones en 2025 y en 10 años presentarían una disminución hasta encontrarse en $1 billón.
Dentro de estos, el saneamiento de hospitales generaría un costo de $1,3 billones, los migrantes irregulares $306.000 millones y los rangos diferenciados del SOAT otros $217.000 millones.
Y, el último rubro, que generaría un costo sería el de los gastos de gestión con $450.000 millones, los cuales aumentarían hasta $3,1 billones en el 2034.
Estos estarían distribuidos en: Unidades Zonales de Planeación e incentivos de calidad.
“Considerando la reducción de los ingresos informada por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público para todos los sectores, el Ministerio de Salud y Protección Social debió proyectar un ajuste significativo de los gastos presentados comparados con la proyección realizado en marzo”, señala el documento.
Y agregó que: “La única estrategia posible para encajar las proyecciones de la reforma en el nuevo marco de ingresos, más restrictivo, fue la implementación más gradual de los elementos centrales de la reforma, especialmente para ajustar la reducción de ingresos entre 2026 y 2029”.
Dentro de las modificaciones, la reforma a la salud resaltó ocho ajustes que realizó frente al proyecto anterior.
Lo primero es que se redujo moderadamente la tasa de crecimiento de los recursos de atención primaria entre 2026 y 2029, pero sin reducir la meta final, ya que a partir de 2030 no se tienen las restricciones del ingreso.
Por otro lado, no se modificarán los gastos de mediana y alta complejidad, se hizo más gradual el traslado de rentas departamentales.
Además, se redujeron los recursos agrupados en el segmento de otros gastos, se difirió el saneamiento de los pasivos de hospitales públicos, un crecimiento más lento de los incentivos por calidad y un desarrollo gradual de las Unidades Zonales de Planeación y Evaluación, entre otros ajustes.
¿De dónde saldrán los recursos que financiarán la reforma a la salud?
Otro de los puntos que reveló este proyecto de ley de reforma a la salud 2.0 tiene que ver sobre cómo se financiará este nuevo sistema que se busca implementar en el país.
Según cálculos entregados en la exposición de motivos del documento se puede ver que la mayor parte de esta reforma estaría financiada por los ingresos de las cotizaciones de los usuarios del sistema.
Es decir, para el 2025 por este concepto se recaudarían $34,4 billones e iría en aumento esta cifra hasta llegar a 2034 a $45,1 billones.
El segundo rubro de mayor recaudo serán los aportes de la nación con un monto inicial de $38 billones que aumentarán hasta $69,8 billones en el corto plazo.
Posteriormente, se encuentra el Sistema General de Participaciones (SGP) que en el primer año entregará $18,8 billones y en 10 años aumentaría a $30,9 billones.
Y en el concepto de otras fuentes se evidencia que iniciará con $8,2 billones y llegaría a $10,6 billones.