Desde mayo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) ha venido monitoreando la transición del fenómeno de El Niño al fenómeno de La Niña.
Lo más relevante:
Inicialmente, se estimaba que este fenómeno podría manifestarse a mediados de año con un 60 % de probabilidad. Sin embargo, en agosto el organismo ajustó su previsión, elevando la probabilidad al 66 % y situando su llegada entre septiembre y noviembre.
Y en su más reciente informe la entidad dio un nuevo pronóstico, que es poco alentador.
¿Qué dijo la NOAA sobre el fenómeno de la Niña?
El Centro de Predicción del Clima ha indicado que existe un 60 % de probabilidades de que las condiciones del fenómeno La Niña se desarrollen a finales de noviembre de 2024. Además, se espera que este fenómeno climático persista hasta enero o incluso marzo de 2025.
Aunque se acerca la llegada de las lluvias, la NOAA advierte que La Niña será débil y de corta duración.
«Los modelos IRI predicen una duración débil y corta de La Niña. Como resultado de las predicciones más cálidas y el debilitamiento reciente de vientos alisios ecuatoriales, el equipo aún favorece un evento débil, pero ha disminuido las probabilidades de La Niña», señala en su informe.
Y agrega que “una Niña más débil implica que sería menos probable que resulte en impactos invernales convencionales, aunque las señales predecibles aún podrían influir en la guía de pronóstico”.
Racionamiento de agua en Bogotá
La predicción de un fenómeno de La Niña débil es una mala noticia para las hidroeléctricas y para Bogotá, que enfrenta racionamientos debido al bajo nivel de agua en los embalses.
La escasez de lluvias está afectando la capacidad de los embalses para satisfacer la demanda. Esto agrava la situación energética y de abastecimiento en una ciudad ya vulnerable a las fluctuaciones climáticas.
El embalse de Chuza, que tiene una capacidad total de 220 millones de metros cúbicos, actualmente está al 33% de su capacidad, un nivel alarmantemente bajo para esta época del año, cuando debería estar por encima del 70%.
En sus redes sociales, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, señaló que “los últimos meses han sido atípicamente secos, lo que nos obliga a mantener las medidas y a seguir avanzando en las soluciones estructurales que nos permitan resolver la situación de abastecimiento de agua en Bogotá y la región en los próximos años”.
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