El nivel de los embalses para la generación de energía en Colombia sigue siendo un factor de preocupación en el sector energético ante las bajas lluvias que se han presentado en lo que va de 2024. ¿Por qué?
Por ejemplo, Marcelo Álvarez Ríos, presidente del Consejo Nacional de Operación (CNO), en el Congreso de Energía Mayorista (MEM), aseguró que el país está con los niveles de embalses más bajos históricos a la fecha, con los aportes hídricos de los más bajos en los últimos 30 años.
“Estamos haciendo esfuerzos importantes en embalsar lo máximo posible, antes de entrar a la estación de verano (diciembre – enero en Colombia). Esto es con esfuerzos e impactos de todos los agentes del mercado de energías: generadores hidráulicos y térmicos, comercializadores de energía y sin duda la misma demanda”, precisó el experto.
Todo esto agravado con las condiciones financieras del sector, que por la difícil situación que están pasando algunos agentes, se podría poner en riesgo la liquidez del sistema y generar un colapso, aseguró Álvarez.
“Hacemos un llamado al Ministerio de Minas y Energía y solicitamos su apoyo para lograr conseguir que las transferencias de los subsidios del Gobierno se realicen en forma oportuna: así como garantizar la liquidez del sistema y poder mantener su confiabilidad”, precisó el presidente del CNO.
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Y es que, normalmente, en esta época los embalses deberían estar al 60 % y terminar noviembre entre el 66 % y 68 %. En la actualidad, están al 54 %. Como el penúltimo mes del año es tradicionalmente lluvioso, se espera que se puedan recuperar los niveles de embalsamiento.
“¿Cuál es el riesgo? Que la estación de verano; es decir, enero – febrero – marzo siempre desembalsamos. O sea, utilizamos la capacidad que estaba guardada en los embalses de energía para hacer frente a esos periodos más secos de hidrología. No obstante, si no llegamos a esos niveles, la demanda de energía térmica va a ser muy alta por mucho tiempo”,
Ante esto, “los riesgos que hay es que las instalaciones térmicas, al utilizarlas por mucho tiempo, pueden tener fallas o no podrían entregar toda su energía, lo que nos podría llevar a algún tipo de limitación de suministro. Estamos trabajando para logar almacenar lo máximo posible en esta temporada de noviembre para la temporada seca sin inconvenientes”.
¿Qué dice el Ministerio sobre el nivel de los embalses que preocupa al sector de energía en Colombia?
Por su parte, el viceministro de Energía, Javier Campillo, destacó que “hemos tenido tres de los meses más secos de los últimos 42 años, lo que ha puesto en operación al país y en condiciones no nominales, por así decirlo, y nos ha obligado a tener un despacho del parque térmico por encima de las metas esperadas”.
Relató que, en la actualidad, el país está con un despacho total del parque térmico -con toda la capacidad que se pueden despachar- para garantizar la recuperación de los embalses.
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“Este mes (noviembre), afortunadamente, nos ha traído fuertes lluvias. Eso es una muy buena noticia para el sector eléctrico. Infortunadamente, eso ha traído afectaciones en otros sectores, pero desde la industria eléctrica hay un nivel de recarga de los embalses que se está dando, y esperamos llegar lo más cercano posible al 70 % hacia finales de este mes”, señaló Campillo.
Todo esto de manera que se pueda arrancar, de manera tranquila, la siguiente temporada de verano.
Ahora bien, explicó el funcionario, que si los embalses de energía no llegan al 70 % esto no va a significar que el país no va a quedar en desabastecimiento.
“En nuestro sistema apostamos por un nivel de reserva mínimo técnico que es el que establecemos desde la CREG, pero los embalses se pueden seguir desembalsando, lo que pasa es que no es ideal para el sistema y ya comenzamos a entrar en un terreno no experimentado previamente, porque, cada vez, la modelación climática es mucho más compleja porque no tenemos años analógicos para comparar”, indicó el viceministro.
Agregó que “siempre tenemos que ver que la planeación no solamente garantice el suministro inmediato de energía, sino el suministro de la siguiente temporada”.
Además, el vocero del Ministerio resaltó que el Colombia cuenta con un parque de generación de energía térmica que entra a reforzar y a complementar la baja hidrología.
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“Por eso yo estaba hablando de la importancia de la complementariedad, porque no significa que nos vamos a quedar sin energía, significa que para garantizar el suministro vamos a consumir más recursos energéticos, sobre todo fósiles, que va a generar una cantidad importante de emisiones”, concluyó el experto.
¿Qué dice ANIF sobre las reservas hídricas del país?
En 2023 y 2024, Colombia ha enfrentado grandes desafíos debido a las condiciones climáticas que han provocado una reducción significativa en las reservas hídricas del país.
Esto ha impactado especialmente al sistema energético, que depende en gran medida del agua de embalses y ríos para la generación de electricidad.
La disminución en las precipitaciones ha llevado a una preocupante caída en los niveles de los embalses, alcanzando en abril de 2024 un punto crítico con un volumen útil del 31,3 %.
En esta gráfica de ANIF, se evidencia una tendencia decreciente desde julio que refleja el agotamiento reciente de los recursos hídricos.
El volumen útil de los embalses está alrededor de 9.000 GWh, muy por debajo de su capacidad máxima (cercana a 18.000 GWh) y distante de los niveles observados en septiembre de 2023 (alrededor de 13.000 GWh). Esto representa una reducción levemente superior al 30 %.
Para ANIF, la situación ha sido especialmente preocupante en Bogotá, donde los niveles de los embalses descendieron fuertemente en los primeros meses del año y volvieron a descender los últimos meses, tras un corto período de recuperación.
Esto ha generado preocupaciones en las autoridades locales, pues la capital enfrenta nuevamente una situación crítica por el agotamiento de sus fuentes hídricas. Por ello, se decidió retomar los racionamientos de agua con mayor frecuencia para tratar de hacerle frente a la situación.
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“Todo esto refleja la vulnerabilidad del sistema energético colombiano. En la medida en que la generación de energía del país es principalmente hidroeléctrica, alteraciones climáticas que reduzcan la disponibilidad de recursos hídricos ponen en riesgo la seguridad energética”, manifestó ANIF.
Y agregó que “esto resalta la importancia de que el país diversifique sus fuentes energéticas, buscando reducir la dependencia del agua (y de las térmicas, que son el respaldo en momentos críticos, pero son mucho más contaminantes) y aumentar la generación con fuentes alternativas sostenibles”.
De acuerdo con el gremio, las energías renovables, como la solar y la eólica, podrían mitigar el impacto del fenómeno de El Niño y las afectaciones generadas por el cambio climático, que son cada vez más recurrentes, reduciendo la presión sobre las reservas hídricas y los recursos fósiles.
“Avanzar en la transición energética hacia un sistema que diversifique la matriz energética no solo es fundamental sino necesario, como ha quedado en evidencia durante el último año”, precisó.