Naturgy, antes Gas Natural Fenosa, ha puesto en marcha la venta de sus activos de generación de Panamá, Costa Rica y la República Dominicana, para poder terminar el proceso de desinversiones que se marcó en su plan estratégico de hasta 3.100 millones de euros.
Según indicaron fuentes conocedoras, la compañía que preside Francisco Reynés está recibiendo ofertas no vinculantes por los activos para poder decidir posteriormente si sigue adelante con esta venta, tal y como preveía en su plan estratégico para ir reduciendo su presencia internacional.
Naturgy, que el lunes no quiso hacer comentarios sobre esta desinversión, habría recibido ya el acercamiento de varias empresas interesadas, entre las que figuran Contourglobal y Brookfield. Ambas entidades cuentan con una amplia trayectoria en España y en Latinoamérica, donde han adquirido activos de generación en los últimos meses y estarían en un momento de presentación de ofertas no vinculantes a la gasista.
Las plantas que están en venta se encuentran dentro del perímetro de Global Power Generation, en el que Naturgy cuenta con la mayoría del capital (un 75%) y Wren House -ligado al fondo soberano de Kuwait (KIA)- mantiene un 25%.
En la actualidad, GPG cuenta con activos en 10 países, con un parque de generación de más de 3.100 MW en Costa Rica, Kenia, México, Panamá, Puerto Rico, la República Dominicana y Uganda. Gestiona cerca de 4.000 MW y suma 483 MW en proyectos adjudicados en Chile, Brasil y Australia.
Además, cuenta con una plantilla de 800 empleados y un resultado bruto de explotación (ebitda) de 284 millones de dólares (242 millones de euros aproximadamente al cambio actual).
Tras abandonar Sudáfrica y Italia, y prácticamente, Colombia, la gasista encara así su salida de la República Dominicana, donde cuenta con dos centrales (Palamera y La Vega) con 190 MW de capacidad, Costa Rica (La Joya y Torito) y Panamá, donde cuenta con unas pequeñas centrales, aunque pretende quedarse con el negocio de distribución eléctrica.
Según fuentes consultadas por este diario, parece lógico también que se abandone Puerto Rico, donde posee un ciclo combinado, un terminal de GNL y una participación en Ecoeléctrica, pero no se ha tomado una decisión sobre esta parte del negocio.
Comercialización de gas
En una segunda fase, la empresa se está planteando desprenderse del negocio de comercialización de gas en Europa, en el que no estaría incluido el negocio francés.
Reynés no descarta poder plantear una operación de compra de hasta 10.000 millones si la rentabilidad que encuentra es atractiva, pero, en caso contrario, los fondos apostarán por incrementar aún más la retribución a los accionistas.
El presidente de Naturgy cuenta con el beneplácito de sus grandes accionistas para desarrollar una estrategia basada en el pago de dividendos y la externalización de servicios para reducir los costes de la empresa, al tiempo que limitará las inversiones.
Naturgy cuenta en su capital con dos fondos de distinto perfil. Por un lado, está GIP, un fondo estadounidense de infraestructuras, que acaba de salir de Bow Power, y CVC, uno de capital privado. Ambas instituciones han entrado en el capital y apoyado el plan, pero ambos tendrán que monetizar su participación en algún momento.
Según un reciente informe de Goldman Sachs, las disposiciones de activos de Naturgy siguen siendo una opción estratégica, pero los comentarios de la dirección sugieren que la compañía no buscará activamente compradores para sus activos y en su lugar se enfocará en optimizar la cartera actual, al menos en el corto plazo.
«Esto sugiere que la cristalización del valor a través de disposiciones es poco probable en los próximos doce meses», indican.
Sin embargo, Goldman espera que, a largo plazo, la estructura actual de accionistas conducirá a crear valor al explotar la prima de valoración que los activos de infraestructura de Naturgy podrían atraer.
«El historial del presidente en Abertis Infraestructuras sugiere que los esfuerzos de simplificación de cartera podrían avanzar en la agenda en los próximos años. También en el caso de Abertis, el impulso a las fusiones y adquisiciones se aceleró después de un período inicial de 12 a 24 meses centrado en la optimización interna», asegura Goldman Sachs. Reynés lleva ya un año en la compañía.