La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos abre un nuevo capítulo para la relación con Colombia entre ambos países en temas estratégicos como el narcotráfico, la migración y el comercio.
Renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC)
Otro punto de incertidumbre es la relación comercial entre Colombia y Estados Unidos, especialmente en torno al Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado en 2012.
Trump ha demostrado, en sus políticas anteriores, una tendencia a adoptar medidas proteccionistas, lo que podría traducirse en una renegociación más agresiva del TLC con Colombia.
Si bien el gobierno de Gustavo Petro ha expresado su interés en revisar los términos del acuerdo, cualquier renegociación bajo la administración Trump podría incluir la imposición de aranceles o medidas restrictivas, lo que afectaría sectores clave de la economía colombiana.
De hecho, el ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes, en diálogo con Valora Analitik, dijo que es una tarea que se viene revisando y que se continuará adelantando: «Es algo que venimos haciendo desde el inicio del gobierno, especialmente en lo relacionado con los productos agrícolas. Hemos adoptado una serie de medidas de protección para la leche en polvo. La protección de nuestro sector agrícola es una prioridad».
¿Desinterés en América Latina y Colombia?
Los analistas coinciden en que Donald Trump, durante su anterior mandato, mostró desinterés por América Latina, y es probable que esta actitud se mantenga en su nueva administración.
Los conflictos internacionales, como la guerra en Ucrania y las tensiones en Israel, seguirán ocupando un lugar predominante en su agenda.
Esta falta de atención hacia la región latinoamericana se traduce en un distanciamiento, y es previsible que Colombia continúe perdiendo protagonismo en la política exterior estadounidense.
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Reducción de la financiación para la lucha contra las drogas
Uno de los aspectos que causa más preocupación en la administración Trump para Colombia es la reducción de la financiación destinada a la lucha contra el narcotráfico.
En 2024, el Congreso de Estados Unidos, dominado por los republicanos, aprobó la disminución de los fondos de US$410 millones a US$208 millones para el año 2025. Esta reducción no solo limita los recursos para combatir el tráfico de drogas, sino que también envía una señal sobre el futuro de la cooperación en este ámbito.
Además, en ocasiones anteriores, Trump ha reiterado su amenaza de descertificar a Colombia como aliado en la lucha contra las drogas si no se logran avances significativos en la erradicación de cultivos de coca, que continúan creciendo.
Se puede esperar entonces, la presión intensa sobre el gobierno colombiano para mostrar resultados concretos especialmente en un contexto donde el presidente Gustavo Petro ha adoptado un enfoque diferente hacia las políticas de drogas, priorizando la inclusión social de las comunidades afectadas por el conflicto.
Tensiones migratorias: Colombia y El Darién
La migración es uno de los temas más sensibles en la agenda de Donald Trump, y su enfoque hacia Colombia será determinante debido al papel que el país desempeña como punto de tránsito para los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
Y es que Trump ha prometido deportar hasta 20 millones de migrantes indocumentados y la región del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, se ha convertido en un corredor migratorio donde miles de personas intentan cruzar hacia el norte.
Trump ha sido claro en su intención de intensificar el control sobre este flujo migratorio, pero el dominio del Clan del Golfo en esta zona representa un desafío para las autoridades colombianas.
En la misma línea, uno de los planes más controversiales de Trump es la eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los migrantes venezolanos en Estados Unidos.
Esta medida podría provocar una crisis humanitaria, ya que miles de venezolanos tendrían que regresar a su país o buscar refugio en Colombia.
Divergencias ideológicas con Gustavo Petro
La relación entre Trump y el presidente colombiano, Gustavo Petro, será tensa desde el principio debido a sus profundas diferencias ideológicas.
Uno de los puntos de mayor fricción será el cambio climático. Mientras que Trump ha negado la existencia de la crisis climática en múltiples ocasiones, Petro ha hecho de la lucha ambiental una de las piedras angulares de su gobierno. La falta de alineación podría generar choques diplomáticos y afectar posibles colaboraciones bilaterales.