Moody’s entregó un nuevo análisis sobre cómo la guerra entre Rusia y Ucrania afecta las perspectivas para los soberanos del mundo.
De momento, desde la firma están viendo tres canales principales de la transmisión que llega por cuenta de la guerra: hay un incremento en los precios de los commodities, interrupciones económicas y financieras, y mayores riesgos de seguridad.
Expone Moodys que esas implicaciones crediticias también dependen de la exposición directa en cada canal, así como el grado en el que las secuelas de la pandemia del Covid-19 profundizan en la exposición.
David Rogovic, VP-Senior Analyst de Moody’s, aseguró que, donde sea posible, la implementación de una pronta y extensa respuesta de política fiscal, “en combinación con una buena resiliencia de los sistemas bancarios, puede amortiguar el choque crediticio”.
Impactos inflacionarios
Este escenario, a ojos de Moody’s, habrá que sopesarlo en mayor medida con el hecho de que los precios de la energía y alimentos, junto con las restricciones de la cadena de abastecimiento, impulsarán la inflación, desacelerarán el crecimiento y aumentarán los déficits de la cuenta corriente.
“Estos efectos también exacerban los riesgos sociales, particularmente para los países de bajos ingresos. La desaceleración comercial transmitirá el choque económico por todo Europa y más allá”, agrega el informe.
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Al hacer el foco sobre el caso europeo, que sería el más expuesto en el marco de la guerra, la amenaza de seguridad intensificará el choque económico y tendrá consecuencias para el caso del consumo y la inversión.
“Entre los soberanos más expuestos se encuentra Polonia, Estados Bálticos y Moldavia, debido a su susceptibilidad a riesgo político, mientras que los soberanos de la comunidad de estados independientes que enfrentan un menor crecimiento y mayor vulnerabilidad externa, será debido a la drástica caída de las remesas”, concluye el informe.
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