Moody’s profundizó en el análisis del impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania en la economía de América Latina. Y, como ha manifestado el grueso de los analistas, la incertidumbre es la que manda la parada.
Para la agencia calificadora hay efectos contrarios: si bien se ven importantes incrementos en precios de las materias primas, una oportunidad importante para los países productores de la región, hay consecuencias negativas con resentimientos al comercio internacional y la ya conocida transmisión de más inflación.
Sin embargo, los efectos más inmediatos, por ejemplo, a variables como el crecimiento económico y la deuda de los países de la región todavía son difíciles de tasar.
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Mauro Leos, director asociado de Moody’s para las Américas, aseguró que, en el marco de ese escenario de incertidumbre todavía no es posible tener con claridad el real impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania en el proceso de reactivación.
Perspectivas sobre la inflación
De hecho, Leos aseveró que “es difícil ver consecuencias en las calificaciones de la región”. Y, de momento, no se prevén acciones a la baja por cuenta de esa coyuntura.
Aclaró que el hecho de que, de momento, no se estén sopesando acciones de calificación a la baja por el conflicto, no quiere decir que una persistencia del mismo sea un componente de menor impacto para la región.
Lo anterior sobre el supuesto de que si bien la mayor consecuencia se dará para Europa por tener más dependencia energética de Rusia, a América Latina también le debe preocupar el fenómeno de los mayores costos para la producción de alimentos.
En ese sentido, desde Moody’s destacaron que los bancos centrales de la región empezaran una normalización de tasas de interés incluso antes de que la FED marcara su hoja de ruta.
La pregunta en el escenario más inmediato es si ese ritmo de aumento de las tasas de interés va a cambiar dado el combustible extra que la guerra entre Rusia y Ucrania le pone a la inflación.