Las empresas no financieras de América Latina tienen perspectiva negativa para 2023, revela un reciente informe publicado por Moody’s Investors Service.
De acuerdo con Moody’s, la perspectiva negativa se debe a factores internos como la constante inflación, los desafíos sociopolíticos y diversos riesgos externos a nivel global.
“Si bien habrá un deterioro de la calidad crediticia en 2023 con respecto a los altos niveles recientes, las empresas no financieras de América Latina no están tan expuestas a este deterioro a nivel global como lo están las empresas de otras regiones”, destaca Marcos Schmidt, associate managing director de Moody’s.
“Las empresas no financieras calificadas de la región tienen cierto margen en términos de indicadores crediticios y liquidez”, añade Schmidt.
Moody’s señala que es probable que los precios de los commodities se mantengan “cíclicamente fuertes hasta 2023”.
Lo anterior, se debe, en parte, a riesgos geopolíticos, como es el caso de la invasión que ordenó el presidente de Rusia, Vladimir Putin, a Ucrania en febrero de 2022.
“Si bien varios países latinoamericanos se beneficiarán de los altos precios de los commodities el próximo año, las dificultades del entorno crediticio limitarán la emisión de deuda corporativa”, anota el informe de Moody’s.
Asimismo, indica que el aumento en el costo de vida “expondrá las desigualdades sociales” mientras que se acentúa la polarización política en algunos países.
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“El aumento del costo de vida podría avivar las tensiones sociales y exacerbar la desigualdad, además de empeorar la desconfianza institucional y aumentar las demandas por reducir la inflación ante una capacidad limitada de los gobiernos para brindar apoyo a familias y empresas en situación de vulnerabilidad, lo que mantiene elevado el riesgo de inestabilidad social”, subraya Moody’s.
Moody’s advierte que la mayoría de los países de América Latina están “muy lejos” de promulgar leyes de descarbonización “que tendrían efectos crediticios mensurables”.
La compañía señala que, a excepción de Chile, la mayoría de los países de la región que dependen de los commodities “han tardado en exigirles cambios a las empresas”.
“Si bien hasta ahora Moody’s no ha emitido ninguna acción de calificación negativa en la región basándose únicamente en algún ciberataque, existen claras implicaciones crediticias negativas para las empresas con mayor exposición a ciberataques”, aclara la firma.
Atendiendo a lo anterior, precisa que el aumento de las demandas y los costos de ciberdefensa reducirán la rentabilidad de las empresas latinoamericanas en el futuro a medida que proliferen las amenazas.
“Las demandas por incidentes de alto perfil relacionados con datos de un gran número de clientes generarían un riesgo significativo en la región”, dice.
Entendiendo este contexto, Moody’s precisa que, si la inflación retrocede, conllevando a una política monetaria más flexible y una mejora general de los ingresos previstos y las condiciones de negocio, podría revisar su perspectiva para las empresas no financieras de América Latina a estable.
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“Los factores que podrían generar un cambio de perspectiva a positiva incluyen el crecimiento sostenido del producto interno bruto y los ingresos, la reducción de la incapacidad de pago y una rápida mejora de los fundamentos crediticios en la mayoría de los sectores clave”, concluye el informe de Moody’s Investors Service.