La agencia calificadora Moody’s Investors Service revisó hoy la perspectiva de la calificación soberana de Brasil de “negativa” a “estable”, en un voto de confianza de que el ganador de las elecciones presidenciales de este año impulsará una impopular agenda de recortes al gasto gubernamental.
Moody’s mantuvo la calificación de Brasil en “Ba2”, dos niveles por debajo del nivel de grado de inversión.
Reformas fiscales más rápidas de lo esperado podrían impulsar una mejora, mientras que “un resurgimiento de la disfunción política” o un “impulso estancado de la reforma” podrían desencadenar una rebaja, indicó la agencia en un comunicado.
Los analistas de Moody’s dijeron que es probable que un crecimiento económico más rápido de lo esperado respalde los esfuerzos de austeridad, que no han logrado llevar los indicadores de deuda del gobierno a niveles consistentes con pares similares.
“Moody’s espera que el gobierno entrante reanude los esfuerzos para aprobar nuevas reformas que serán necesarias, en particular para la seguridad social, para cumplir con el tope de gastos establecido por la Constitución”, dijo el comunicado.
El tono más optimista se produjo unos días después del encarcelamiento del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se ha manifestado contra los actuales esfuerzos de ajuste del gobierno y lidera las encuestas antes de las elecciones presidenciales de octubre.
Lula se entregó a la policía el sábado para comenzar a cumplir una condena de 12 años por una condena por soborno, lo que obstaculiza sus esfuerzos para volver al poder.
Los mercados brasileños cayeron el lunes debido a que los operadores temían que sus partidarios pudieran recurrir a un candidato similar en un amplio campo de aspirantes. Aun así, Moody’s citó un consenso entre los líderes políticos sobre los costos de abandonar la responsabilidad fiscal, reportó Reuters.