Este lunes Moody’s Investors Service rebajó la calificación de familia corporativa de Petróleos Mexicanos (Pemex) y las calificaciones senior no garantizadas de las notas existentes de la compañía.
La calificadora de riesgo también rebajó las calificaciones basadas en la garantía de Pemex, pasando de Ba3 a B1. Lea más en Noticias Económicas Internacionales.
De acuerdo con lo informado, Moody’s también afirmó la Evaluación Crediticia Base (BCA, por sus siglas en inglés) de Pemex, un reflejo de su solidez crediticia independiente, en caa3.
Moody’s afirmó que la perspectiva de las calificaciones de Pemex ahora es estable.
La rebaja de las calificaciones de Pemex de Ba3 a B1 fue motivada por la rebaja de la calificación de México -hecha el pasado 8 de julio de Baa1 a Baa2-, “dada la importancia crítica de la solidez financiera del gobierno y el apoyo en la evaluación del perfil crediticio de Pemex debido a su alto riesgo de liquidez”, indicó la calificadora.
Moody’s informó que la acción también consideró los altos vencimientos de deuda de Pemex entre 2022 y 2024 y las expectativas de Moody’s de un flujo de caja libre negativo continuo, así como también la necesidad de “grandes cantidades de financiamiento externo dadas las pérdidas persistentes en el negocio de refinación de la compañía, la necesidad de mantener el gasto de capital al menos en los niveles actuales para mantener estables la producción y las reservas, y altos gastos por intereses”.
Anotó que la rebaja en las calificaciones también tuvo en cuenta que el acceso de Pemex a los mercados de capital actualmente es limitado debido a su alto riesgo crediticio intrínseco.
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De acuerdo con la calificadora de riesgo, los precios elevados del petróleo entre 2022 y 2023, en comparación con los niveles de 2020 y 2021, “respaldarán una mayor generación de efectivo en el negocio de exploración y producción (E&P) de Pemex en el período”, sin embargo, a la vez, provocarán un aumento en las regalías y los costos operativos en el negocio de refinación.
Pese a que Moody’s reconoce que Pemex ha tenido éxito en mantener la producción y las reservas relativamente estables desde 2019, la calificadora de riesgo prevé que, en el periodo 2022 y 2024, “la compañía solo podrá mantener la producción y las reservas en los niveles actuales dada su incapacidad para invertir mayores sumas de capital en exploración y producción”.
A la par de lo anterior, la calificadora explicó que la calificación B1 de Pemex tuvo en cuenta el análisis de incumplimiento conjunto de Moody’s, el cual incluye los supuestos de la calificadora de un apoyo gubernamental muy alto en caso de necesidad y una correlación de incumplimiento muy alta entre Pemex y el Gobierno de México, “lo que resulta en una mejora de cinco escalones con respecto a la BCA de caa3 de la compañía”, dice.
Moody’s recordó que desde 2016, y más aún de 2019 hasta 2021, el gobierno mexicano ha apoyado a Pemex en distintos aspectos, entre los que se incluyen inyecciones de capital, reducciones de impuestos y redención anticipada de notas por cobrar del gobierno.
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“Moody’s asume que el gobierno, como prometió, continuará financiando las necesidades de efectivo de Pemex y ayudará a la empresa a cumplir con sus obligaciones de amortización de deuda de US$ 5.100 millones en 2022, US$ 7.500 millones en 2023 y US$ 8.900 millones en 2024, a partir de marzo de 2022”, señaló.
La calificadora de riesgo afirmó que Pemex tiene una liquidez débil y depende en gran medida del apoyo del gobierno.
Lo anterior al explicar que el 31 de marzo de 2022 la petrolera tenía US$ 2.400 millones en efectivo “y no estaba disponible en sus líneas de crédito rotativas comprometidas para hacer frente a los vencimientos de deuda”.
“Además, Moody’s estima que Pemex tendrá un flujo de efectivo libre negativo sustancial en los próximos 12 a 18 meses, impulsado por una generación operativa de efectivo insuficiente para pagar gastos de intereses, impuestos y gastos de capital”, añadió.
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Por último, explicó que la perspectiva estable de las calificaciones de la petrolera mexicana se basa en la expectativa de Moody’s de que “la estrategia comercial y el perfil financiero de la empresa permanecerán sin cambios en los próximos 12 a 18 meses; también considera la perspectiva estable actual de las calificaciones de México”.