El bajo crecimiento económico limitó la efectividad de las reformas tributarias y podría complicar los esfuerzos actuales, ya que esperamos que el crecimiento del PIB se mantenga por debajo del potencial, dijo Moody´s en un informe hoy.
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“La estructura de gastos rígida limita las opciones fiscales, ya que la deuda establecida supera el 50% del PIB. Colombia se destaca como el único soberano con grado de inversión en América Latina con un alto grado de inflexibilidad en su estructura de gasto: el 85% del gasto es obligatorio”, advirtió en el informe.
Dadas las dificultades estructurales para reducir los gastos actuales, Moody´s considera que el gobierno se ha visto obligado en los últimos años a recortar la inversión pública para cumplir con los objetivos de déficit fiscal.
Mientras tanto, han surgido presiones de gasto adicionales como consecuencia de la crisis migratoria de Venezuela, además de los compromisos de gasto pendientes en virtud del acuerdo de paz de 2016 y la necesidad de infraestructura.
Después de un fuerte aumento en 2018, la agencia espera que la deuda del gobierno se estabilice por encima del 50% del PIB, con riesgos a la baja que dependen de la eficacia de los esfuerzos de las políticas para enfrentar las rigideces estructurales de los ingresos y gastos.
Más allá de 2019, dijo, la reforma fiscal no generará ingresos suficientes para cumplir con los objetivos de déficit fiscal para 2020-22.
Comenzando en 2020, la tasa del impuesto a la renta de las empresas se reducirá en un punto porcentual por año a 30% para 2022 desde 33% en 2019. Además, la nueva ley reduce la tasa de IVA para bienes de capital y reduce las retenciones fiscales para los inversores en bonos soberanos en el extranjero a un 5% desde un 14% efectivo inmediatamente.
Aunque la reforma fiscal podría generar hasta el 0,6% del PIB por año en ingresos adicionales por el aumento de las tasas impositivas en los hogares de altos ingresos, cambios en la aplicación del IVA y mayores impuestos al consumo entre 2020-22, no serán suficientes para compensar la pérdida anual estimada del 1% del PIB en los ingresos tributarios corporativos, dijo Moody´s en el informe conocido por Valora Analitik.
Como tal, agregó, sin medidas adicionales de mejora de ingresos, espera ver más caídas en los ingresos en 2020-22.
Contener el gasto sin comprometer el crecimiento y aumentar los ingresos no petroleros de manera sostenida son los créditos clave a mediano plazo.
“Aunque anticipamos que el gobierno alcanzará la meta de déficit fiscal de este año, es poco probable que se logren los objetivos de consolidación fiscal a mediano plazo en ausencia de medidas más integrales que aborden de manera efectiva las restricciones tanto en el lado ingresos y gastos”, sentenció la agencia.
A pesar de la aprobación de seis reformas fiscales en los últimos 10 años bajo administraciones sucesivas, los ingresos fiscales del gobierno central se han mantenido estancados en alrededor del 14% del PIB desde 2011.
Las últimas tres reformas aprobadas en 2012, 2014 y 2016 mejoraron la administración tributaria y se redujo la informalidad, pero para Moody´s resultaron ineficaces para aumentar la ingesta de ingresos a largo plazo.
Después del shock del precio del petróleo de 2015-17 y la caída en consumo e inversión privada, el crecimiento del PIB real casi se redujo a la mitad a un promedio de 2.5% entre 2015-19 en comparación con 4.8% entre 2006-14.
Con más del 80% de los impuestos (IVA, impuesto sobre la renta e impuesto a las transacciones financieras) vinculado directamente a actividad económica, existe una correlación muy alta entre los ingresos del gobierno y el crecimiento económico, concluyó.
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