La Primera Línea del Metro de Bogotá constituye uno de los proyectos de infraestructura más relevantes para la capital colombiana. Este sistema de transporte masivo no solo pretende mejorar la movilidad en una de las ciudades más congestionadas de América Latina, sino también generar un impacto positivo en el medio ambiente y en la calidad de vida de millones de bogotanos.
Según la empresa Metro de Bogotá, para finales de 2024 el avance de las obras alcanzó el 46,24 %. En el patio taller ya se han instalado los primeros rieles, y se espera que los trenes lleguen en septiembre de 2025. Este progreso es clave para que la línea inicie operaciones en 2028, como está previsto.
Uno de los mayores desafíos asociados al proyecto es la prevención de la evasión del pago del pasaje, un problema recurrente en otros sistemas de transporte masivo de la ciudad, como TransMilenio.
¿Cómo se evitarán los colados en el Metro de Bogotá?
Con el objetivo que no haya mayor problema con los colados, la empresa Metro de Bogotá informó a Red+ que está implementando un diseño con medidas tecnológicas y de control. Entre estas, destaca la instalación de barreras de acceso con puertas dobles de más de 1,5 metros de altura.
Estos accesorios estarán equipados con sensores avanzados que permitirán el ingreso únicamente tras la validación del medio de pago. Además, las barreras están diseñadas para detectar y bloquear intentos de fraude, como el uso de tarjetas robadas o sin saldo suficiente.
Para reforzar estas medidas, se implementará un sistema de videovigilancia con cámaras ubicadas tanto en las zonas de acceso como en el interior de los trenes. Estas cámaras monitorearán en tiempo real las actividades en las estaciones y emitirán alarmas sonoras ante cualquier intento de evasión. El objetivo es garantizar un entorno seguro y eficiente para todos los usuarios.
En cuanto a la tecnología operativa, los trenes estarán equipados con un avanzado sistema de Control de Trenes Basado en Comunicaciones (CBTC). Este sistema permite una comunicación bidireccional entre los dispositivos de los trenes y la infraestructura ferroviaria, lo que asegura una operación precisa y segura. Los trenes operarán en modo automático y serán supervisados desde el Centro de Control Operacional (CCO), minimizando los errores humanos y mejorando la puntualidad.
Recomendado: Línea 2 del Metro de Bogotá ya tiene fecha de adjudicación
Otro aspecto relevante del proyecto es su compromiso con la sostenibilidad ambiental. Al ser un sistema completamente eléctrico, el Metro de Bogotá contribuirá a reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, presentándose como una alternativa ecológica frente a los sistemas de transporte basados en combustibles fósiles.
Con estos avances, el proyecto promete transformar profundamente la forma en que los ciudadanos se desplazan por Bogotá, marcando el inicio de una nueva era en el transporte urbano de Colombia.
