Odinsa habla sobre metas de sostenibilidad del Aeropuerto El Dorado que se cumplirían en 2025

Mejoras en materia tecnológica reducirían los tiempos de los aviones en plataforma

Aeropuerto El Dorado de Bogotá (Colombia)
Sostenibilidad en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá (Colombia). Imagen: Valora Analitik.

Durante un evento en Cali, paralelo a la agenda de la COP16 que se desarrolla esta semana, Mauricio Ossa, presidente de Odinsa, habló sobre cómo avanza el Aeropuerto El Dorado en la consecución de las metas sostenibles.

“La vía es un poco más fácil porque tiene un impacto más corto en el tiempo y realmente facilita muchas cosas, pero tiene de difícil que buena parte del impacto que genera es el combustible. Pero un aeropuerto tiene una serie de impactos permanentes porque hay una gran cantidad de personas bajo techo consumiendo y montando en aviones”, introdujo.

De acuerdo con el empresario, años atrás la compañía de concesiones se trazó un plan con unos objetivos claros para avanzar en la carbono-neutralidad a 2025.

“Teníamos que reducir un 68 % nuestro impacto en alcance 1 y 2 y un 15 % el alcance 3, que es un gran desafío porque ahí es trasladar al consumidor. Y la mejor forma que encontramos en el alcance 3 fue mejorar los tiempos de los aviones en la plataforma, disminuirlos en un 26 % para evitar emisión de gases”, anotó.

¿Cómo empezó el camino hacia esas metas?

Cumplir con estos tiempos de aviones, dice Ossa, implicaba incorporar una serie de ayudas tecnológicas en la operación del aeropuerto, las cuales deberían empezar a operar el próximo año. “Ya están completamente listas, hubo que hacer un trabajo colaborativo con las aerolíneas para lograr que ellos transparentaran la información de sus vuelos y de sus itinerarios para que eso pudiera pasar”.

Fue así como tras el conocimiento de esas cifras y la identificación de dónde estaban las brechas, Odinsa estableció los planes.

“Hoy en día todo el agua que consumimos es reciclada, más de la mitad de la energía que consumimos es solar, reforestamos -apoyándonos en la Fundación Grupo Argos- a tal punto que ese centro produce material vegetal que permite producir lo que necesitamos para la reforestación en las especies endémicas y para que podamos soñar con que las concesiones bajo nuestra administración puedan tomar los bonos de carbono de ahí para asegurar su compensación en el largo plazo”.

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