Se conoció una encuesta de Bank of America-Merril Lynch, según la cual, la mayoría de analistas del mercado anticipa el aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y otras potencias mundiales.
Ese mismo sonde advierte que esas tensiones comerciales (también conocidas como “guerra comercial”) vendrá acompañada de precios más bajos para las acciones y para el dólar.
A pesar de tener posiciones divergentes sobre las decisiones de la Reserva Federal para impulsar el dólar, las posiciones de los encuestados proyectan que las apuestas en el mercado sigan siento “cortos” y el sentimiento, bajista.
De su parte, el banco suizo UBS aseguró al respecto que el mercado actualmente está valorando una guerra comercial como un escenario de riesgo de baja probabilidad en lugar de que sea el escenario base para países como EEUU, China y la Zona Euro.
Sin embargo, dijo que la probabilidad “ciertamente ha aumentado”.
El equipo de analistas de ese banco europeo actualmente calcula en alrededor del 20-30% la posibilidad de que haya una verdadera guerra comercial en los próximos meses.
Gráficas: Bank of America.
Todo este contexto viene desde anuncios del presidente de EEUU, Donald Trump, como renegociar el tratado de libre comercio con México y Canadá, que, además, ha provocado volatilidad para esos mercados ante la incertidumbre de lo que pueda acontecer con la actividad económica y comercial.
Así mismo, los mercados globales han estado nerviosos por el anuncio estadounidense de imponer aranceles a las compras externas que se hagan de materiales como el acero y el aluminio.
Precisamente, hace pocas horas se conoció que importantes compañías con sólidos ingresos digitales en la Unión Europea como Google y Facebook podrían enfrentar un impuesto del 3 por ciento sobre su facturación, según un borrador de propuesta de la Comisión Europea.
La propuesta, que se espera sea adoptada la próxima semana y que aún está sujeta a cambios, actualiza un borrador previo que preveía un gravamen de entre un 1 y un 5 por ciento.
El impuesto, si es respaldado por los estados de la Unión Europea y legisladores, sólo se aplicaría a grandes firmas con ingresos anuales mundiales por sobre 750 millones de euros (924 millones de dólares) e ingresos anuales “imponibles” superiores a 50 millones de euros dentro de la UE.
El umbral para los ingresos dentro del bloque fue aumentado desde los iniciales 10 millones de euros previsto para eximir del impuesto a compañías más pequeñas y firmas “start-ups”, reportó Reuters. Compañías estadounidenses como Uber, Airbnb y Amazon también podrían ser golpeadas por el gravamen, que se aplicaría dentro de todos los países de la UE.