Una megaobra en la vía al Llano con más de dos años de retrasos y sobrecostos ahora también está generando importantes dudas sobre sus diseños y la viabilidad de usarla una vez quede lista.
Se trata de un viaducto que se construye en el famoso kilómetro 58 del corredor Bogotá – Villavicencio.
Desde hace años, este punto se ha convertido en un dolor de cabeza para quienes se movilizan entre la capital del país y el Llano, incluyendo a miles de transportadores de carga que llevan y traen alimentos y otros productos clave para el consumo nacional.
Los conductores se han visto constantemente golpeados por los derrumbes que se presentan en la zona y que, en varias ocasiones, han dejado incomunicada a la principal despensa agrícola del país.
Una solución para la megaobra en la vía al Llano
Para darle una solución a esto, a finales de 2021, el gobierno de Iván Duque contrató con la multinacional española OHLA la construcción de un viaducto, que les permitiría a los conductores evitar este punto de la vía y ‘hacerle’ el quite a los deslizamientos que se presentara.
La idea, según dijeron en ese entonces, era que la megaobra en la vía al Llano quedara lista a mediados de 2022, justo antes de que el expresidente dejara la Casa de Nariño.
A pesar de los deseos, esto no sucedió y el contrato tuvo que ampliarse en tiempo, dejándolo en manos de la administración de Gustavo Petro, quien llegó a la presidencia en agosto de ese año.
Eso sí, desde ese momento, el proyecto tampoco ha logrado terminarse, ha sumado retrasos adicionales y su valor ha tenido que ampliarse desde los $120.000 millones con los que empezó hasta casi $180.000 millones.
Como si esto fuera poco, el pasado 26 de agosto, el Instituto Nacional de Vías (Invías) emitió un comunicado en el que destacaba “un nuevo hito” del viaducto, ya que llegó a un 90 % de avance y entró en la recta final.
Lo que no contó la entidad es que apenas dos días atrás -el sábado, 24 de agosto- le aprobó una nueva prórroga al consorcio a cargo de los trabajos, conformado por OHLA y su filial Agrupación Guinovart Obras y Servicios Hispania (G&O).
Nueva prórroga y argumentos no válidos
Según los documentos, conocidos por Valora Analitik, el trámite fue expedito, teniendo en cuenta que a la medianoche del sábado, 24 de agosto, se vencía el plazo que tenía el contratista para terminar el viaducto.
No obstante, los empresarios no lograrían cumplir con este término, así como tampoco cumplieron con los otros cuatro vencimientos que les han dado, y que se suman a otros proyectos que han dejado iniciados en Colombia, como el Museo de Memoria Histórica, en Bogotá, y el Aeropuerto del Café, en el Eje Cafetero.
Con esto en mente, el Invías le dio luz verde a que las empresas terminen el viaducto del km 58 de la vía al Llano de aquí al 5 de diciembre, aunque en la información pública quedó consignado el duro choque que tuvieron con los españoles para llegar a este nuevo acuerdo.
De hecho, las principales alertas las emitió el interventor del contrato, que aceptó una nueva prórroga para la megaobra en la vía al Llano, debido a la importancia de que entre en funcionamiento cuanto antes. Eso sí, desestimó los argumentos de OHLA para pedir este nuevo tiempo e incluso dijo que la compañía presentó excusas no válidas para justificar los retrasos.
Según la firma, hubo al menos nueve factores que los afectó para terminar el proyecto, incluyendo el incendio en el túnel de Quebrada Blanca en diciembre de 2023, unas obras adicionales pedidas y hasta la llegada del invierno a la zona del proyecto.
A pesar de lo anterior, para el interventor, el consorcio “no demostró que estos eventos impactan directamente el desarrollo del proyecto, ni que fueran la causa raíz del retraso en las obras principales”.
Controversia y nuevas dudas con el viaducto del kilómetro 58
Aún así, el Gobierno Nacional determinó que terminar la megaobra en la vía al Llano es clave para la movilidad nacional, por lo cual aprobó una quinta prórroga en el contrato, hasta diciembre de este año.
El problema es que la estructura tampoco entraría en operación en la fecha mencionada, esta vez por situaciones ajenas al contratista español.
En su lugar, la nueva controversia estaría relacionada con la empresa que opera y mantiene la vía Bogotá – Villavicencio, ya que se trata de un corredor concesionado por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
En este caso, el ‘doliente’ es la Concesionaria Vial Andina (Coviandina), que hace parte de Corficolombiana y del Grupo Aval, de los empresarios Luis Carlos Sarmiento Angulo y Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez.
A pesar de lo anterior, la firma asegura no haber sido notificada de que tendría que encargarse del viaducto, ni le han dado información sobre cuánto costaría su operación y mantenimiento, al tiempo que ha mencionado que los diseños con los que se hizo dejan dudas.
¿Qué dice la concesionaria Coviandina?
Por un lado, Ricardo Postarini, gerente de la concesión, afirmó: “El viaducto (…) está con pendientes muy fuertes a la salida del puente del lado de Guayabetal, lo cual para representa un peligro para todo el tráfico y los ciudadanos de Guayabetal”.
Por su parte, Alberto Mariño, presidente de Proindesa, ‘holding’ de infraestructura de Corficolombiana, le dijo a Portafolio que Coviandina podrían operar el puente, siempre y cuando lleguen a un acuerdo con la ANI para esto.
En su concepto, esto debe incluir «las responsabilidades que asume cada uno, (…) porque es un diseño ajeno a la concesionaria, con unas condiciones especiales y eso habrá que tenerlo en cuenta en el documento del acuerdo final».
De esta forma, la megaobra en la vía al Llano podrá culminar su ejecución en diciembre de este año, pero aún se desconoce cuándo podrá ser usado por los miles de colombianos que se desplazan a diario entre Bogotá y el Meta.
Eso sin contar con que hay otras iniciativas que están pendientes por operar en este corredor, como el puente Chirajara o el llamado túnel 13, y que, según Mariño, aún están esperando que el Gobierno les indique cómo proceder con estos desarrollos.