El DANE reveló el viernes que, en febrero, la inflación en Colombia aumentó ligeramente respecto a lo visto en enero de este año y se ubicó en el 5,28 % en su variación anual.
Los analistas atribuyeron el resultado, que superó sus expectativas, a incrementos más grandes de lo esperado en precios regulados no esenciales, particularmente el gas natural. Esta canasta registró un incremento en la variación anual desde el 6,6 % en enero hasta el 7,2 % en febrero.
Un comentario de la firma XP Investments explicó que la grave escasez de suministro del gas y las tarifas más altas en el transporte público fueron los principales contribuyentes en este caso.
«Los precios del gas subieron un 14,4 % mes a mes frente al 2,7 % del año pasado, agregando 0,14 puntos porcentuales (pp) a la inflación anual tras los ajustes tarifarios de los distribuidores debido a déficits de producción interna y la creciente dependencia de importaciones costosas”, dijo Andrés Pardo, jefe de Estrategia Macroeconómica para América Latina de XP Investments.
Por su parte, según Laura Katherine Peña, economista del BBVA Research, aseguró que la presión al alza vino desde la subclase de gas, a causa de altos ajustes al alza en las tarifas por un incremento de las importaciones en el gas ofertado.
Al respecto, Munir Jalil, economista jefe de BTG Pactual, anticipó que, aunque en febrero se sintió un impacto grande por el comportamiento de los precios del gas, podría quedar un remanente que se vea también en marzo. Aun así, la firma le apunta a que este mes la inflación retome su tendencia a la baja.
Implicaciones de la tendencia de la inflación en Colombia
Dado que la inflación se ha venido acelerando en los dos últimos meses en lugar de descender, como anticipaba el mercado, y en vista de que la inflación de servicios se muestra rígida, XP Investments anticipa que el Banco de la República se mantendría cauteloso en la reunión de este mes respecto a la decisión de tasas de interés.
«Dado este resultado, ahora es probable que la inflación general supere significativamente la proyección de BanRep del 4,88 % para finales del primer trimestre de 2025», anotó la firma en su análisis.
Además, según Pardo, la incertidumbre aumentada sobre el panorama fiscal refuerza la necesidad de prudencia, «tras una desviación significativa en los resultados de las finanzas públicas del año pasado respecto a los objetivos del Marco Fiscal 2024», dijo.
Aun así, reconoce que el banco central podría reanudar su ciclo de flexibilización con una reducción de 25 puntos básicos en la sesión de finales de marzo por el reciente cambio en la composición de la Junta Directiva del banco central y por la continua disminución de la inflación subyacente.
¿Cómo se comportaron los otros grupos?
Aunque los alimentos contribuyeron de forma importante en el resultado, la inflación para este grupo se mantuvo cerca de su nivel del mes anterior. En contraste, la medición sin alimentos registró un incremento por primera vez en más de un año (5,39 % al 5,44 % de enero a febrero).
«Esperamos que la inflación retome su senda a la baja en los próximos meses, favorecida por una continuidad en la reducción de la inflación de la canasta de servicios y a pesar de que enfrentará algunas presiones al alza desde la canasta de bienes», dijo Laura Katherine Peña, economista del BBVA Research.
Por su parte, la inflación anual de la canasta de bienes se incrementó desde el 0,56 % hasta el 0,67 % tras aumentos en subclases como tarifas de avión y artículos de higiene corporal.
En contraste, la inflación subyacente continuó su tendencia a la baja desde mediados de 2023, alcanzando su nivel más bajo desde septiembre de 2022. Pardo lo atribuyó a la holgura económica y a una base más baja para la indexación de precios, los cuales contrarrestaron la depreciación de la moneda en la segunda mitad de 2024.
Sin embargo, el analista destacó que tanto el IPC subyacente como el IPC de servicios subyacentes continuaron aumentando por encima de las tendencias históricas, «reflejando una persistente rigidez en el componente de servicios y algunas señales de aumento de los costos laborales, en parte influenciados por el fuerte aumento del salario mínimo de 2025».
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