
Este martes, Bogotá amaneció con bloqueos y congestión vehicular debido a dos protestas que afectaron el transporte público en diferentes puntos de la ciudad.
Desde las primeras horas de la mañana, trabajadores de uno de los consorcios encargados de la construcción del metro de Bogotá bloquearon la Avenida Caracas con carrera 14 y la calle 72, argumentando que llevan dos meses sin recibir su salario. De manera simultánea, en la carrera 30 con Avenida Primero de Mayo, estudiantes del SENA se movilizaron para exigir la socialización de dos aspectos clave de la reforma laboral: el contrato de aprendizaje y las garantías laborales, que, según denuncian, han sido afectadas desde la expedición de la Ley 789 de 2002.
Las manifestaciones generaron importantes afectaciones en la operación de TransMilenio, especialmente en la calle 72, donde ambos sentidos de la vía quedaron bloqueados, dificultando el tránsito de la flota troncal y zonal.
La situación fue crítica en varios corredores viales principales: la Avenida Caracas quedó frenada en ambos sentidos, la NQS colapsó tanto al norte como al sur con una fila interminable de buses de TransMilenio, la calle 80 se mantuvo paralizada en sentido oriente y la movilidad en toda la ciudad se vio gravemente afectada.
El impacto en el transporte fue evidente para los ciudadanos: trayectos que normalmente toman 15 minutos se extendieron hasta 50 minutos, y los costos de transporte se dispararon. Un viaje en Uber que usualmente cuesta $12.000 llegó a costar hasta $35.000 debido a la alta demanda y la congestión.
A pesar de que en horas después TransMilenio anunció la reapertura de las estaciones en la calle 72 y la calle 34, advirtió que algunos recorridos aún podrían presentar demoras. Además, en la calle 80 con carrera 104, un camión varado en sentido occidente-oriente generó más complicaciones en la movilidad.