El próximo año, la naviera danesa, Maersk, cumple 30 años de presencia en Colombia, siendo el máximo operador de carga en el país y empleando a mano de obra 100 % local.
En 2023, aunque el comercio internacional se ha regulado frente a las cifras de pandemia, actualmente existe un entorno desafiante marcado por el proteccionismo en algunas naciones y los efectos climáticos que dejan consecuencia como dificultades en importantes accesos como el Canal de Panamá.
Así lo relató a Valora Analitik Antonio Domínguez, presidente de Maersk para América Latina y el Caribe, quien comentó que la compañía viene apostando decididamente por Colombia con inversiones proyectadas de US$200 millones para los próximos años.
Maersk acumula 120 años en el mundo sirviendo de conector de exportaciones e importaciones en más de 130 países y con 110.000 colaboradores. En Colombia arribó hace 29 años y en este tiempo ha ampliado su presencia.
“Nuestro principal papel para Colombia es la parte oceánica donde somos la principal naviera de exportación e importación de carga al país y estamos expandiendo rápidamente nuestra presencia logística a lo largo y ancho del territorio”, aseguró Domínguez.
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Maersk cuenta con una bodega y un depósito de contenedores en Cartagena, muy cerca del puerto, que lleva seis años operando. Además, el año pasado compró a la empresa Senator, con la cual obtuvo una licencia para operar transporte terrestre; y también tiene participación en la carga aérea, sobre todo, en la importación de Europa a Colombia.
“Lo que estamos haciendo ahora son planes donde hemos destinado US$200 millones para invertir en Colombia y afianzar más nuestra presencia logística en el país”, relató Domínguez.
La primera destinación de los recursos de la compañía multinacional en el país fue para el centro logístico de Funza, ubicado en el kilómetro 1,5 en la vía Cerritos en Cundinamarca. Este es un centro logístico de 14.000 m2, abierto desde el 1 de septiembre, que ya con clientes operando.
En noviembre de este año también vendrá la apertura de otro centro multimodal de Maersk en Tocancipá en el que se podrá hacer reparación y cualquier tipo de trámite logístico para clientes, entre otros servicios.
Y para el próximo año, el objetivo es hacer inversiones en Medellín y en Cali, en otros centros. “Estamos invirtiendo en la parte de carga refrigerada, donde vamos a tener bodegas tanto en Bogotá, como en la parte de exportación del país. Hay muchos clientes que nos están pidiendo apoyo, ya que hay poca oferta de este tipo, sobre todo exportadores de frutas”.
Todas estas proyecciones responden a un plan trasado por la compañía que se fundamenta en los resultados financieros que en el primer semestre de 2023 dejaron un crecimiento de 40 % en expansión logística en el país.
Así han impactado las limitaciones en el Canal de Panamá a Maersk
Por cuenta de la sequía, -como se ha venido informando recientemente- el Canal de Panamá redujo su límite de embarcaciones diarias en tránsito de 40 a 32, una medida que aunque ha impactado el flujo regular del comercio, para Domínguez se realizó “de una forma responsable”.
“Fue una decisión acertada pues el efecto del calentamiento global y El Niño, al mismo tiempo, han hecho que no llueva en Panamá por cinco meses. En Panamá es normal que haya tres meses donde no llueve y los otros nueve meses del año llueve. Este año tuvimos que esperar hasta junio para que ganaran las lluvias y eso hizo que bajara mucho el nivel del agua”.
Por esta situación, hoy en día el calado máximo en el Canal es de 44 pies, lo que para el caso particular de Maersk ha significado una reducción de entre 10 % y un 20 % de capacidad. “Lo que hemos hecho es poner más barcos para nuestros clientes, y también dar solución con más carga aérea”.
En esta coyuntura en particular, el empresario explica que la situación es muy distinta si se es una naviera que reserva o si es una que se ancla fuera de la bahía a esperar un espacio diario.
“Nosotros somos una naviera que le garantiza a su cliente un tiempo de tránsito y cuando se crea esa ruta se dice a qué día y hora puedes tener una ventana para pasar por el Canal de Panamá. Entonces uno paga un extra para garantizar que esa ventana; mientras que otras líneas que no consiguen tener claro qué día llegan acá de Panamá, por ejemplo, las que mueven carga granel o petróleo, deben esperar”, aclaró.
En línea con la coyuntura actual del comercio internacional, Domínguez se refirió a los precios de los contenedores, que han cambiado mucho frente a las cifras de pandemia, cuando llegaron a ubicarse en los US$11.000. Ahora, aunque hay un descenso frente a ese pico, pues en 2023 han descendido los precios por contenedor hasta los US$1.700, la firma investigadora Drewry relató que entre julio y finales de agosto el indicador subió 17 %.
Para Domínguez, este fenómeno se explica por la proximidad a la denominada “Golden week” en China. “Lo que pasa en China es que se van dos semanas de vacaciones mandan toda la carga al puerto y la carga realmente es más de la capacidad que tienen los barcos. Eso hace que los fletes suban cada vez que se tiene este fenómeno”.
