El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reafirmó este 30 de agosto su posición de neutralidad en la crisis política de Venezuela, señalando que no reconoce ni la victoria del actual mandatario venezolano, Nicolás Maduro, ni la de la oposición liderada por Edmundo González.
Lula, en conjunto con Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador, ha intentado mediar en la tensión postelectoral que ha sido objeto de controversia internacional.
Durante una entrevista en una emisora de radio local, Lula manifestó que, aunque no cuestiona la legalidad del Tribunal Supremo de Justicia venezolano que avaló la reelección de Maduro, considera que dicho tribunal no es la entidad adecuada para resolver la disputa.
El presidente brasileño insistió en que no aceptará los resultados de las elecciones hasta que se presenten públicamente las actas correspondientes.
“No acepto ni su victoria ni la de la oposición”, mención Lula.
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Lula retira apoyo a Maduro
Históricamente cercano a la izquierda venezolana, Lula ha buscado mediar en la crisis junto con sus homólogos de Colombia y México.
Sin embargo, el presidente brasileño ahora señala que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) no es el órgano adecuado para dirimir esta disputa y que Maduro debe ofrecer una explicación más convincente sobre la situación.
«El presidente Maduro no escuchó al Consejo Nacional Electoral (CNE) y fue directo para la Corte Suprema. Debería pasar por el Consejo, que fue creado para ese fin», señaló.
Cabe mencionar que semanas atrás se conoció un comunicado conjunto de Brasil, Colombia y México donde los tres presidentes decían que el Consejo Nacional Electoral (CNE) debía garantizar la “divulgación transparente de los resultados”.
Además, subrayaban la necesidad de una “verificación imparcial de los resultados, respetando el principio de soberanía popular”.
Entre las propuestas para solucionar la crisis incluían la repetición de las elecciones, la confianza en el TSJ y la concesión de una amnistía general.
Dicho documento días después fue duramente criticado por Human Rights Watch (HRW), argumentando que no abordan adecuadamente las violaciones de derechos humanos y la represión gubernamental que siguió al anuncio de los resultados por parte del CNE.
Así las cosas, la reciente declaración de Lula sugiere que el papel de mediador de Brasil podría pasar a un segundo plano, dejando a AMLO y Petro como los principales intermediarios en la crisis venezolana.
Por su parte, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha mantenido en reiterar la publicación de las actas electorales. Mientras que el presidente colombiano no ha mandado más dardos a la conversación después de la declaración conjunta.
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