Oriunda de Montería (Córdoba), un municipio ubicado en el norte de Colombia, Eugenia Daza decidió viajar a Medellín (Antioquia) y luego a la capital del país, Bogotá, para estudiar publicidad. Lea más en la sección emprendedores y emprendimientos.
Trabajó 11 años en distintas agencias de publicidad ejerciendo su profesión, pero, «el tema de la cocina siempre estuvo muy presente» en su familia, explica. De hecho, en cada trabajo que tenía solía vender brownies. «Muchos me conocen como la brownie dealer», dice.
Hace cinco años decidió que no quería trabajar más en agencias de publicidad, sino que quería explorar otros talentos que tenía, como es el arte de la pastelería. Fue así como regresó a su ciudad natal, Montería, para formalizar el negocio que su madre tenía como hobbie desde 1987: Luchy Martínez Pastelería de Autor.
«Tenemos amor por la cocina. Nosotros cocinamos como si el producto fuera para nosotros. Trato de hacerlo el mismo día, entonces es un producto que está muy fresco, con ingredientes frescos. Son recetas de la familia, son, como nuestro nombre bien lo dice, pastelería de autor«.
En el menú de Luchy Martínez Pastelería de Autor «hay de todo», afirma Daza. Torta de vainilla, yogur, piña y coco, entre otros sabores caribeños, pie de mamey, flan de sapote, y más. «Hemos tratado de mezclar lo clásico de la pastelería con los ingredientes de aquí», destaca.
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Cuando regresó a Montería heredó no solo los clientes de su mamá, sino también las recetas, a las cuales se fueron sumando nuevas ideas que surgieron en el camino, «tratando de estar en la tendencia. Por ejemplo, la torta de red velvet, que ha estado tan moda de unos años para acá, yo me inventé un sabor que se llama vetas de caramelo. Es escoger la base de la torta, ya sea vainilla, yogur o leche cortada, y se le agregan vetas de caramelo, entonces le ponemos caramelo crocante por arriba con el tradicional merengue italiano. Son recetas que combinamos con nuestras costumbres», dice.
El emprendimiento de Eugenia Daza ha crecido poco a poco con la ayuda de las redes sociales. Cuenta que cuando empezó hace cinco años le tomaba foto a cada uno de sus productos y las iba publicando para dar a conocerlos. Al inicio vendía uno o dos productos diarios, o 10 semanales, y pasó a vender 30 semanales en la actualidad.
La mayoría de las ventas son en Montería, sin embargo, Luchy Martínez Pastelería de Autor llega a otros municipios aledaños e, incluso, a otras ciudades del país: «Yo tengo clientes en todas las ciudades pequeñas y los pueblos aledaños. Gente que me compra en Tierra Alta, Cereté, Montelibano, Sincelejo, entre otros. Tengo amigos en Bogotá y Medellín que me hacen pedidos y hasta allá llegan nuestros productos», dice.
Los productos de Luchy Martínez Pastelería de Autor son elaborados en una cocina oculta, por lo que su venta y distribución se basa en las redes sociales. «Las redes son mi vitrina, es a través de mis cuentas en Instagram y Facebook (Meta) que yo muestro mis productos, asesoro a mis clientes y realizo las ventas. Son mi canal de atención al cliente», explica.
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«Yo sin redes no estaría acá. Yo pasé de estar en la cocina de mis papás a vivir sola, gracias a que las ventas han ido aumentando y que mis productos han tenido acogida en las redes sociales», agrega.
Entre los proyectos que tiene a la vista Daza para este año está realizar un rebranding e incursionar en la comida de sal: «Ya no solo tendré Pastelería de Autor, sino que ahora le apostaremos a la Cocina de Autor», concluye.
Valora Analitik y Meta (casa matriz de Facebook, WhatsApp y de Instagram) se aliaron para destacar las historias de emprendedores exitosos en América Latina que, aprovechando las herramientas digitales, crecieron sus negocios, incluso en épocas difíciles como la pandemia.