En Colombia, el servicio de giros postales, está definido en la Ley 1369 de 2009, artículo 2.2, que comprende la provisión a los usuarios remitentes y destinatarios de las facilidades de recepción, traslado y entrega de dinero a través de la infraestructura postal.
Dicha infraestructura postal, en un contexto de la cuarta revolución Industrial (4RI) se convierte en un conjunto de tecnologías disruptivas que llegaron a cambiar la noción tradicional, no solo de la prestación del servicio, sino de quien requiere y opera.
Por lo anterior, la Unión Postal Universal (UPU), en un documento del año 2016, introdujo un nuevo concepto postal para referirse a los operadores postales que han innovado de cara a la transformación digital: operadores globales de soluciones de tecnologías de información y comunicaciones.
Sobre ello, Isabel de Ávila, consultora experta en materia de Innovación, Regulación y Nuevos Negocios, comentó que actualmente nos encontramos con organizaciones renovadas e innovadoras que prestan otras formas de negocios y productos ante la configuración de diferentes perfiles de clientes y usuarios.
“Conforme se van estableciendo las nuevas necesidades de un consumidor en la era digital, se van desprendiendo del mismo servicio una detallada clasificación de nuevos productos que responden a los hábitos y hasta las restricciones que puede tener el ciudadano en la 4RI”, agregó de Ávila.
Para Édgar Páez, presidente de SuperGIROS, la habilitación que el Ministerio de Tecnologías de la información y Comunicaciones (MinTIC), otorgada en el año 2014, sugiere no solamente el aval para la prestación del servicio, sino un trabajo estratégico junto al Ministerio y Gobierno Nacional para el crecimiento del sector postal en Colombia.
“Nuestra visión como compañía va ligada a la carta de navegación del estado 2018-2022 en lo que se refiere al desarrollo productivo, la innovación y la adopción tecnológica para la productividad, como ejes principales de la transformación empresarial”, detalló Páez.
En este sentido, Isabel de Ávila concluye que el internet de las cosas, la transformación digital, inteligencia artificial, el comercio electrónico, la tecnología blockchain y análisis de datos son algunas de estas tecnologías disruptivas que ahora nos conllevan a hablar de nuevos modelos como lo son la tienda postal electrónica, el centro comercial electrónico postal, un mercado electrónico postal, la distribución digital y un novedoso sistema digital acorde con el nuevo perfil del usuario postal en el siglo XIX.
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