Lo bueno, lo malo y lo feo de 2025, según el sector financiero

Conozca los temas que serán cruciales el próximo año para el sector financiero

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Panelistas invitados al Gran Foro Perspectivas Económicas 2025. Foto: Valora Analitik.

Los panelistas invitados al Gran Foro Perspectivas Económicas 2025, organizado por Valora Analitik y El Colombiano, que se llevó a cabo este miércoles en Bogotá, conversaron alrededor de los temas que serán cruciales el próximo año para el sector financiero.

El debate sobre la conveniencia de tener o no una tasa de usura, los riesgos respecto a la sostenibilidad fiscal y el efecto de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos fueron algunos de los mencionados.

Los representantes de la industria reconocieron como ventajas la confianza que tienen los colombianos en el sistema financiero, la cual, según Juan Esteban Toro, vicepresidente Financiero del Grupo Sura, muestra una tendencia positiva, así como las oportunidades de inversión que existen en el mercado con activos muy atractivos.

También destacaron un clima favorable para la competencia, la inclusión y el desarrollo tecnológico. De hecho, Amelia Rey, directora de Estrategia de Nubank, celebró los avances en reducción de la dependencia del efectivo que se tendrán cuando el sistema de pagos inmediatos interoperado del Banco de la República entre en servicio.

Sin embargo, les preocupan factores que opacarían los avances, como los cambios de liderazgo en el mundo, particularmente Estados Unidos, el impacto de las tensiones geopolíticas y la propia sostenibilidad fiscal en varios países, incluido Colombia, en medio de las reformas que se discuten.

Respecto al último punto, los movimientos del Gobierno, relacionados con el presupuesto que se decretará en 2025, los recortes que se deben aplicar este año por el bajo recaudo y el respaldo a un proyecto de ley que busca reformar el Sistema General de Participaciones (SGP), el incumplimiento de la Regla Fiscal, entre otros, han derivado en un clima de incertidumbre.

Las finanzas públicas dentro del contexto económico

Laura Clavijo, directora de Investigaciones económicas del Grupo Bancolombia, insistió en que la sostenibilidad fiscal tiene implicaciones tangibles en la recuperación económica de cara a 2025, por lo que se debe discutir pensando en el largo plazo. También señaló que hay incertidumbre frente a cómo terminará este año.

“Los gobiernos gastarán cada vez más porque las personas se acostumbraron al asistencialismo del Covid, así que se está decretando un presupuesto abultado para el otro año que no se compagina con la realidad de la economía. Esa es una discusión estructural se ha ido pateando hacia adelante”, resaltó.

Al respecto, José Ignacio López, presidente de Anif, dijo: “Este gobierno ha motivado debates gruesos como la presión del gasto público. Casi cada año hacemos una reforma tributaria porque, como dijo un ministro, ‘la cobija se queda corta’. Necesitamos liderazgos importantes para hacerle la faena a ese toro”.

Lo bueno, lo malo y lo feo de 2025, según el sector financiero

Toro coincidió en que el país debe ser consciente de que ha destacado por su responsabilidad fiscal y en que es tarea de los líderes mantener esa política, “hemos brillado por eso frente a los vecinos y algunos temas son inconvenientes en un mundo donde también se dan estas presiones”, expresó.

Por otro lado, las entidades financieras llevan semanas generando informes relacionados con la conveniencia e inconveniencia que le significará a Colombia la presidencia de Donald Trump. Juan Pablo Espinosa, vicepresidente de Finanzas y Riesgos de Protección, puso una alerta más sobre la mesa: el incremento a los aranceles.

“La pregunta es qué tanto de lo que hemos visto en retórica en campaña presidencial de EE. UU. termina ejecutándose y qué no. En la primera administración de Trump los aranceles pasaron del 4 % al 16 % y ahora se habla de un 60 %”, señaló.

Finalmente, los voceros llamaron a dar debates abiertos y profundos de temas espinosos como la descentralización del país y la conveniencia de imponer una tasa de usura que ponga límite al valor máximo que cobran las entidades financieras en intereses.

“Si bien la tasa de usura nació hace 30 años para proteger al consumidor, en la práctica es una forma de exclusión financiera que afecta a las personas más vulnerables. No le hace bien al país y genera dependencia en el mercado negro y gota a gota”, señaló Rey.

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