Un importante tramo de la megavía Pacífico 1, que conecta a Medellín con el Eje Cafetero, Cali y el puerto de Buenaventura, quedará lista a finales de octubre de este año.
Se trata de la unidad funcional dos, que va entre los intercambiadores de Titiribí y Camilo Cé, y que, si bien está prácticamente lista desde hace meses, no se ha podido estrenar.
La razón de esto tiene que ver con que unos 300 a 400 metros fueron afectados por un derrumbe de mediados del año pasado, que impactó en la terminación de los trabajos.
Ante esto, la Concesionaria Vial del Pacífico (Covipacífico), que hace parte de Corficolombiana y Grupo Aval, adoptó una solución inmediata para evitar que se cerrar todo el corredor entre el Valle de Aburrá y el Suroeste antioqueño.
Listo importante tramo de la megavía Pacífico 1
Y, ahora, alista bombos y platillos para entregarla 100 % terminada, luego de meses de ires y venires con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y los mandatarios de la región.
Así se lo confirmó a Valora Analitik la presidenta de Corficolombiana, Ana Milena López, luego de su intervención en el Seminario de Infraestructura, realizado por ANIF en Bogotá.
Según la empresaria, la concesión está trabajando “fuertemente” para terminar la unidad funcional dos, que es donde el año pasado se presentó un deslizamiento de grandes proporciones.
En este punto, la compañía está culminando los trabajos de un túnel falso o prefabricado de 100 metros, que permitirían que todo el tramo esté en doble calzada y, sobre todo, que se habilite el túnel de Amagá.
“Estimamos que esta va a estar terminada de aquí a finales de octubre. Ya estamos trabajando con la ANI para que la interventoría vaya revisando y asegurar que podemos poner la infraestructura al servicio de la comunidad cuanto antes”, dijo López.
Y añadió que el resto de la unidad funcional está lista, con lo cual queda pendiente esta obra que se podría entregar el 29 de octubre próximo.
Retos adicionales para las Autopistas de la Montaña
Ahora bien, para terminar todo el corredor entre Medellín y el Eje Cafetero, aún harán falta otras intervenciones puntuales, que requerirán de mayores retos.
Por un lado, hay un tramo a cargo del Instituto Nacional de Vías (Invías), cerca de Medellín, que debió ser ejecutado desde el 2016, así como otro de Caldas a Amagá, que implicaría cierres durante 20 meses para remover tierra de una montaña.
Sobre este último, la Gobernación de Antioquia pidió que haya soluciones que no impacten fuertemente la movilidad hacia el Suroeste, sobre todo porque se calcula que las clausuras se deberían hacer por entre ocho y 10 horas diarias.
Eso sí, esta decisión aún no se ha tomado y se sigue analizando con mandatarios locales y otros concesionarios.
El otro punto que deberá resolverse en la megavía 1 será el de Sinifaná, donde ocurrió un derrumbe de gran magnitud y esto impidió que se diera la conexión con la concesión Pacífico 2, que va hasta cercanías de La Pintada.
Lo anterior, implica que los viajeros deban tomar la vía antigua y, con esto, gastarse más de una hora adicional para desplazarse hasta los tramos que sí están en operación de Pacífico 1.
En este punto, será necesario construir túneles nuevos para tener la conexión completa de las llamadas Autopistas de la Montaña, pero aún no está claro cómo se financiarán ni cuándo podrán estar listas las estructuras, pues no estaban previstas en los contratos ya firmados.