Latam Airlines espera ajustarse a un 70 % del tamaño que tenía antes de la pandemia del coronavirus y se propone reducir en al menos 40 % su carga de pasivos valorada en US$10.000 millones tras acogerse a al Capítulo 11 del Código de Bancarrota de EE. UU.
Según explicaron los responsables ejecutivos de la compañía, finalmente optaron por la ley de quiebras estadounidense teniendo en cuenta que el 95 % de sus acreedores tiene su base en ese país.
Ahora, según lo explicado, Latam tiene 120 días para presentar su plan de reorganización, mientras que en Chile, ese plazo era de 30 días.
Mientras la empresa esté bajo la protección legal, se suspende completamente el pago de sus deudas. Por ello, Latam paralizó el reparto de dividendos por US$57 millones que tenía programado cancelar este jueves, una exigencia de caja que, además, hacía urgente la decisión que tomó el lunes.
El juez a cargo de la reorganización tiene una herramienta clave para Latam: puede negociar y forzar una reducción de las deudas totales. En otros procesos del Capítulo 11, dicen abogados que han seguido estos procesos, ese porcentaje ronda entre el 40 % y el 50 % de las deudas totales.
La aerolínea espera que una decisión así le permita bajar de US$10.000 millones a US$6.000 millones sus pasivos totales.
Sin embargo, los acreedores, por regla general, podrán convertir en acciones, al final del proceso, el saldo no pagado y convertirse en accionistas de la nueva empresa. Para esto, la mayoría de los acreedores debe aprobar el plan completo.
Nuevos recursos
Al tribunal estadounidense a cargo del caso, Latam deberá presentar un plan de reorganización. La empresa dispone aún de una caja relevante de US$1.350 millones.
Dos de los grupos actuales de accionistas, la familia Cueto y Qatar Airways, comprometieron aportes por US$900 millones a través de un mecanismo conocido como Deudor en Posesión (DIP, Debtor in Possession).
Los Cueto, y en menor medida, sus socios, los brasileños Amaro, ponen US$300 millones de ese total. Ese instrumento es atractivo: permite al prestamista tener preferencia en el pago de las deudas futuras y también le permite convertir esos dineros en acciones futuras de Latam.
En los cálculos de la empresa, sin embargo, Latam requiere otros US$1.100 millones para llegar a los US$2.000 millones que estimó como necesarios Roberto Alvo, gerente general de la Latam.
Con ello, la firma dispondría de recursos por US$3.350 millones para sobrevivir en los próximos 18 meses. “Todos esos dineros son para financiar la operación, no para pagar pasivos”, dice un directivo de la firma.
Para llegar al total, sin embargo, será central la contribución del gobierno chileno.
Rescate de accionistas
En Latam esperan que otros accionistas se sumen al rescate bajo el atractivo formato del DIP.
Pero asumen que difícilmente quieran hacerlo si existe riesgo de quiebra. Y aunque las negociaciones con otros tres países —Brasil, Perú y Colombia— apuntan a conseguir respaldos, es en el Gobierno de Chile en el que tienen puestas sus esperanzas.
Un aporte directo de recursos es la opción que menos atrae, ideológica y económicamente, al Ministerio de Hacienda, por lo que la alternativa más factible es otorgar una garantía para quienes quieran aportar la liquidez que Latam requiere.
Si no hay más aportes, los Cueto y Qatar podrían retirar los US$900 millones ofrecidos. En ese caso, sin un plan B en el horizonte, el camino será la disolución de Latam.
Reducción de la Compañía
El plan que Latam debe presentar en Estados Unidos debe incluir un programa de reorganización para “transformar al grupo acorde a esta nueva realidad”, indicó la empresa.
La industria aeronáutica global cree que recuperar la demanda pre-Covid-19 tardará años y en Latam coinciden. Por eso, deberán ajustar su tamaño a otro mundo. Ya se habla de una Latam que será el 70 % de lo que era antes de la pandemia.
Nuevos Dueños
“Hemos perdido casi todo”, comentó un accionista de la empresa a La Tercera. Si el proceso termina con éxito, la empresa recupera parte de su salud financiera y sus operaciones regresan a la normalidad, la nueva Latam tendrá casi con seguridad una nueva estructura de propiedad.
Los antiguos y nuevos acreedores —entre los que estarán Cueto (hoy dueños del 21,46 %) y Qatar (10 %)— podrán convertir sus préstamos en acciones, diluyendo a un mínimo a quienes hasta ahora participaban en Latam y no hayan aportado nuevos fondos.
Incluida Delta, (20%), sin efectivo ni autorización para hacer aportes de dinero a una firma extranjera. Y las AFP, que tienen el 15,3 %. O tenían hasta el lunes. Cuando murió la antigua Latam para intentar parir una nueva.
(Con información de La Tercera).
—