La Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras) reveló hoy los resultados de un estudio sobre competitividad empresarial.
De acuerdo con el presidente de la agremiación, Julián Domínguez, las principales conclusiones del estudio son que, por ejemplo, en la mayoría de los departamentos estudiados, los programas que se ofrecen a los empresarios no responden a una estrategia regional definida.
A ello se suma la falta de alineación entre los Planes Regionales de Competitividad, las Agendas Departamentales de Competitividad y los Planes de Desarrollo del Gobierno Nacional.
Entre los hallazgos del estudio se indica que, en los nueve departamentos estudiados, el 58 % de los programas que se ofrece es de formación y asesoría, “lo que evidencia duplicidad de esfuerzos debido principalmente a la falta de articulación”, según el directivo.
Domínguez dijo que “es importante evaluar la focalización de los instrumentos” porque en el país, un 24 % de la oferta se dirige a cuatro o más tipos de beneficiarios y, en el ámbito territorial, esta cifra asciende al 46 %.
Además, dijo, existe una brecha entre lo que requiere el empresario para aumentar su productividad y los programas que se le ofrecen, tanto en el ámbito nacional como en el territorial.
Los empresarios demandan programas de desarrollo de liderazgo y habilidades gerenciales, pero sólo el 2,5 % de los programas de formación está orientado a fortalecer estas capacidades.
El estudio advierte que la brecha en formación de capital humano muestra que hay suficiente cobertura, pero hace falta evaluar la pertinencia, en tanto en los sectores de investigación, comercio exterior y calidad son los aspectos menos importantes para los empresarios.
Sin embargo, son primordiales para generar bienes y servicios con valor agregado y con mayor posibilidad de inserción en cadenas globales de valor.
La desarticulación, dijo Domínguez, parte de la ausencia de una estrategia de desarrollo de largo plazo definida por cada región, pero, en general, no se identifica una estrategia clara y concreta a la que todas las entidades públicas y privadas orienten sus esfuerzos para materializar la visión de desarrollo económico y competitividad del departamento.
Recomendaciones
El líder de las cámaras de comercio dijo que, entre las principales recomendaciones, se encuentran implementar iniciativas conjuntas en donde los ministerios y otras entidades trabajen al unísono, generando articulación horizontal.
Además, continuar con los esfuerzos del Gobierno Nacional para articular sus políticas y programas teniendo en cuenta las necesidades de los empresarios y las prioridades de las regiones, propiciando así la articulación vertical.
El documento también recomienda implementar la Política de Desarrollo Productivo teniendo en cuenta aspectos como el nivel de desarrollo de los departamentos, el tamaño empresarial y el sector, así como evaluar la focalización de los instrumentos o programas de desarrollo empresarial para incrementar su impacto.
Para Confecámaras, se deben adoptar procesos de evaluación con métricas e indicadores para detectar rápidamente los ajustes que deben realizarse a los programas e implementar una agenda de aprendizaje y también compartir buenas prácticas entre las regiones en diseño, implementación y evaluación de programas.
Es prioridad, dijo, alinear los planes departamentales de desarrollo con la Agenda Departamental de Competitividad e Innovación, hoja de ruta estratégica y consensuada, para propiciar la articulación, al tiempo que deben articularse en la implementación de proyectos regionales de alto impacto para los departamentos y sus municipios, que respondan a la estrategia de desarrollo concertada en el marco de las Comisiones Regionales de Competitividad.
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