El segundo año del presidente Gustavo Petro en la Presidencia de Colombia ha estado marcado por ideas polémicas del mandatario que han movido la agenda nacional.
Una de ellas es la Asamblea Constituyente o ‘el poder constituyente’ como Petro lo ha llamado en varias intervenciones desde marzo de 2024.
El mandatario indicó meses atrás que: “La Constitución establece las vías del poder Constituyente. El poder constituyente no se convoca, es el pueblo el que se convoca él mismo para decidir sobre aspectos fundamentales del país. Ese es el poder constituyente”.
¿Para qué una Constituyente?
El presidente incluso delineó los puntos en la eventual Constituyente, temas como pensiones, salud, acceso a la tierra para el campesinado, así como los persistentes problemas en el sistema judicial y las deficiencias en el ordenamiento territorial.
El llamado directo se fundamentó en la necesidad de que el país disponga de las herramientas adecuadas para garantizar el cumplimiento de los preceptos constitucionales y abordar las desigualdades sociales y económicas que ha enfrentado.
Asimismo, se enfatizó la importancia de incorporar nuevas perspectivas, como la lucha contra el cambio climático y la preservación del agua.
No obstante, el camino para que eso sea realidad es muy difícil. El primer paso para que una Asamblea Nacional Constituyente avance es pasar por el Congreso de la República ya que tanto el Senado como la Cámara de Representantes deben aprobar una ley para convocar a los colombianos a elecciones.
Luego del visto bueno de opositores y congresistas que lo apoyan, debe pasar a sanción presidencial y, posteriormente, el presidente la debe enviar a la Corte Constitucional.
¿En qué quedó la Constituyente?
Juan Fernando Cristo, ministro del Interior del gobierno de Petro, asumió su cargo y se pronunció sobre la constituyente, diciendo que el objetivo es exclusivamente encontrar un proyecto de unidad nacional que establezca acuerdos sobre las reformas sociales necesarias para el Gobierno. Un acuerdo Nacional.
El ministro explicó que la intención del gobierno del presidente Petro no es buscar una reelección – uno de los grandes temores que suscitó la propuesta – sino que la continuidad del proyecto se base en los cimientos políticos establecidos por la administración.
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El acuerdo nacional de Petro
Ahora bien, el acuerdo nacional sería el paso previo para la constituyente. El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, afirmó que el primer paso es lograr un ‘acuerdo nacional’, un consenso entre los diversos sectores sociales, económicos y políticos del país, que podría culminar en una Constituyente, una de las propuestas que se ha estado gestando dentro del Gobierno de Petro.
El ministro confirmó que hay tres puntos de partida clave en los diálogos entre el Gobierno y la sociedad.
El primero es eliminar la violencia de la política, basándose en el acuerdo de paz firmado entre el Estado y las extintas FARC. «Deberíamos avanzar hacia un pacto social y buscar que, por fin, logremos erradicar definitivamente la violencia del ejercicio político en el país», declaró Cristo.
En segundo lugar, reiteró que la reelección presidencial no será tema de discusión y que las reglas del juego se mantendrán como están actualmente. Según Cristo, la norma vigente «garantiza la transparencia en el ejercicio del poder y asegura los relevos necesarios en cualquier sistema democrático del mundo».
Finalmente, el acuerdo nacional se centrará en promover diversas reformas institucionales, incluyendo reformas políticas, judiciales y de ordenamiento territorial. Cristo enfatizó que este proceso busca construir un futuro más justo y equitativo para Colombia, fortaleciendo la democracia y las instituciones del país.
El embudo en el Congreso, ¿un fast track?
Cristo declaró: “Aún estamos definiendo el contenido del paquete de leyes que requiere la implementación y también el mejor procedimiento en el Congreso. No necesariamente es el fast track; puede haber mecanismos que generen más consenso y sean más rápidos, como los mensajes de urgencia, insistencia o las sesiones conjuntas.”
Para abordar el embudo legislativo en el Congreso que ha dificultado la aprobación de los proyectos del presidente Gustavo Petro, el mandatario propuso un mecanismo controvertido: un fast track. Durante su intervención ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Petro anunció que presentará al Congreso una propuesta de fast track para modificar las leyes y acelerar la implementación del Acuerdo de Paz de 2016.
Entre los puntos destacados por el presidente, se incluyó la modificación de vigencias futuras, cambio en la distribución del Sistema General de Participaciones, optimización y nuevas inversiones forzosas para la sustitución de economías ilícitas, entre otras.
No obstante, el ministro Cristo descartó la idea del jefe de Estado, diciendo que en primera instancia se revisarían otras alternativas.
Cristo declaró: “Aún estamos definiendo el contenido del paquete de leyes que requiere la implementación y también el mejor procedimiento en el Congreso. No necesariamente es el fast track; puede haber mecanismos que generen más consenso y sean más rápidos, como los mensajes de urgencia, insistencia o las sesiones conjuntas.”
