La llegada de El fenómeno de El Niño hay que tomarla con ciertas precauciones, ya que no solo puede generar impactos en el clima; también puede impactar otros sectores como el de la energía.
Y es que al finalizar el año 2015 y durante el primer trimestre del año 2016 el sector eléctrico enfrentó condiciones climáticas severas, dificultades financieras para algunos generadores térmicos que operaron con combustibles líquidos y la salida de operación de activos críticos de generación.
En efecto, la confiabilidad del sector eléctrico fue puesta a prueba durante el Fenómeno de El Niño 2015-2016 y resultado de este examen se corroboró que Colombia cuenta con una alta capacidad de adaptación pata mitigar los impactos que el fenómeno de El Niño puede traer.
“En términos generales, el sector demostró que los generadores estaban preparados para responder adecuadamente a los requerimientos de la demanda y garantizar el 100 % de abastecimiento gracias al esquema normativo del Cargo por Confiabilidad y a su vez a la disponibilidad y complementariedad entre recursos de generación hidráulicos y térmicos”, comparte Acolgen.
Consecuencias del fenómeno de El Niño en Colombia
Como resultado de la planeación a través del esquema del Cargo por Confiabilidad, el sector logró enfrentar con éxito un fenómeno de El Niño que tuvo una intensidad y duración sin precedentes, sumado a esto superó simultáneamente la escasez de gas y otros hechos imprevisibles que restringieron la oferta de combustibles líquidos y ocasionaron la indisponibilidad parcial del parque de generación.
“Se puede resaltar que los pagos realizados por la demanda por concepto de Cargo por Confiabilidad durante toda la vigencia de este esquema permitieron a la demanda un ahorro cercano a $17 billones, cantidad que supera el pago total del Cargo por Confiabilidad desde que inició el esquema hace 10 años, sin olvidar que en los años 2009 y 2010 también se presentó esta anomalía climática”, explicó Acolgen.
Esto ha servido como herramienta para la mitigación del poder de mercado en la medida que cuando el precio de bolsa supera el precio de escasez, un generador entrega su Obligación de Energía Firme (OEF) a este precio máximo, lo cual elimina la posibilidad de ejercicio de poder de mercado.
Relacionado: Fenómeno de El Niño Colombia: ¿puede impactar en la inflación?
Esto quiere decir que del ahorro de $17 billones, el 97,2 % ($16,5 billones) fue asumido por los generadores a través del pago por desviaciones del Cargo por Confiabilidad ($2,34 billones), “las pérdidas de los generadores asociadas a la diferencia entre el costo variable y el precio de escasez ($0,49 billones) y la pérdida de la renta inframarginal al vender la energía al precio de bolsa para honrar el compromiso asociado a la OEF ($13,7 billones)”.
Por su parte, la corrección del desacople entre el precio del Fuel Oil No. 6 (combustible que se usa como referencia para el cálculo del precio de escasez) y el precio del diésel, (combustible que se usa en la realidad operativa) a través de la Resolución CREG 178 de 2015 que aplicaba únicamente a la generación con combustibles líquidos significó un aporte de $0,48 billones.
No obstante, lo anterior, es preciso reconocer que los acontecimientos de la reciente coyuntura evidenciaron algunas oportunidades de mejora del Mercado Mayorista de Energía, que requieren de la revisión de la reglamentación actual para proponer cambios que permitan mejorar la eficiencia del mercado.
Por esta razón, es importante aplicar iniciativas similares y aprendizajes que dejan los diferentes sucesos que logren mitigar el impacto de los eventos climatológicos que se puedan presentar con la llegada del fenómeno de El Niño en los diferentes sectores.